Un Viaje Musical Pleno de Retos
Roser saltó a la fama con el concurso de talentos Popstars a principios de los años 2000, un evento que marcó el inicio de una carrera musical llena de vicisitudes. Pese a que recientemente su presencia se ha centrado más en el teatro y espectáculos en vivo que en lanzamientos musicales, la cantante de Canet de Mar sigue cautivando a su público, que se pregunta qué ha sido de su vida dos décadas después de debutar en el mundo del entretenimiento.
Reflexiones sobre la Diva Interior
En una entrevista íntima con la revista Diez Minutos, Roser abordó una pregunta que a menudo genera debate: ¿se considera una diva? Con sinceridad, respondió afirmativamente: “Yo también soy una diva y reconozco mis momentos. La palabra diva ha estado asociada con la arrogancia, pero no es así como yo lo veo. En el escenario, es esencial tener confianza y un cierto ego, pero siempre con humildad.”
La Búsqueda de Proyectos y la Soledad del Artista
Roser comparte que su carrera ha sido una constante búsqueda de proyectos significativos. Después de un período de gran éxito con una multinacional, experimentó una etapa de soledad y desconcierto: “Empecé a darme cuenta de la dureza de la industria, cómo es fácil caer y difícil levantarse, y de cómo algunas personas juegan con tus esperanzas.”
El Paso del Tiempo y las Inseguridades
Con el paso de los años, Roser ha reflexionado sobre su posición en el sector. A pesar de su fortaleza y carácter, ha tenido momentos de duda: “Los años pasan, y te cuestionas si estás en el sitio adecuado. Aunque sea segura, todos tenemos nuestras inseguridades.”
Lucha contra el machismo
Roser celebra sus progresos en la lucha contra el machismo en la industria musical. Sin embargo, recuerda las experiencias desagradables que ha vivido, incluyendo una oferta escandalosa que le hizo sentir objetificada: “Me han llegado a proponer cosas que demuestran un gran despeje. He aprendido que la fama no es eterna, y que la vida no te regala nada.”
Un Equipo Inseparable: Amor y Trabajo
Desde hace más de dos décadas, Roser comparte su vida y su carrera con el coreógrafo Joel García del Río. Ella lo considera un socio excepcional, con quien comparte tanto el amor como el trabajo: «Nuestra relación se basa en el respeto mutuo y en el espacio personal, aunque nuestras discusiones son habituales porque ambos somos muy apasionados.»
Superando las Adversidades Juntos
Con los años, han afrontado dificultades económicas, pero siempre con una actitud optimista: “Él me recuerda que, independientemente de las adversidades, lo importante es que estamos juntos como familia. Siempre encontramos la forma de reír y levantarnos después de los momentos complicados.”