Una aprobación controvertida
El Gobierno del Cambio, en una votación que ha generado debate, ha logrado la aprobación del presupuesto municipal de Sant Antoni de Vilamajor. Esto fue posible gracias al apoyo de los concejales de ERC y el concejal de PSC, mientras que las formaciones juntas y Pusa, que tienen tres concejales cada uno, mostraron su oposición durante la sesión plenaria celebrada el jueves.
Detalles del nuevo presupuesto
Con un total de 8,2 millones de euros, el nuevo presupuesto representa un aumento de un millón en comparación con el año anterior. El alcalde Raül Valentín enfatizó que este aumento se debe principalmente a la mejora de los ingresos de otros organismos. Uno de los aspectos más destacados es el aumento significativo en el capítulo de inversión, que va de 307,414 euros a 752,000 euros para 2025.
Inversiones planificadas
Entre las inversiones planificadas, el trabajo de asfalto en Alfou ya se han realizado, mientras que otros proyectos, como las actuaciones en la transmisión de Vallserena, son muy avanzados. El presupuesto también contempla las acciones en la Plaza Javrezac y el mantenimiento de las tiras forestales, con varias inversiones que, según Valentín, están a punto de ser presentadas.
Gastos y salarios aumentando
En el capítulo Gastos, se ha observado un aumento de más de 200,000 euros en los salarios del personal, que ahora exceden los 3 millones de euros. El presupuesto incluye un pronóstico de aumento del 2.5% en salarios, esperando la aprobación del presupuesto estatal.
Crítica y sugerencias de la oposición
Bernat Parera, de las juntas, expresó su preocupación por la falta de apoyo a las propuestas de inversión de su grupo, con solo una de las seis incluidas en el presupuesto. Dijo que algunas de las propuestas pendientes podrían incluirse en la primera modificación de crédito. Además, criticó la ausencia de un encabezado para los presupuestos participativos, que este año no podrá llevarse a cabo debido a la falta de tiempo.
Preocupaciones sobre la sostenibilidad financiera
Ferran Calvera, de Pusa, declaró su preocupación por la creciente dependencia del Ayuntamiento de los ingresos de otras administraciones, que este año asciende a unos 2.3 millones de euros. Además, enfatizó el aumento en la partida del personal, que ha aumentado de 1,5 millones de euros en 2016 a 3.2 millones este año, un hecho que genera preocupación por la capacidad de sostenibilidad de las finanzas municipales.
Apoyo político para la aprobación
El portavoz de ERC, Enric Vinaixa, describió el presupuesto como «optimista», enfatizando que refleja las propuestas de su partido y anticipa un aumento en la actividad económica relacionada con la recolección de la construcción y el impuesto sobre las obras. Por otro lado, Belinda García del PSC, defendió su voto favorable como una «responsabilidad política», diciendo que era crucial evitar la extensión del presupuesto 2024.
Mirando hacia el futuro
Con el presupuesto aprobado, el gobierno local ahora enfrenta el desafío de garantizar que las inversiones se lleven a cabo de manera efectiva y que se aborden las preocupaciones expresadas por la oposición. La siguiente etapa incluirá la votación sobre los proyectos pendientes del año anterior, un paso esencial para la participación ciudadana y el desarrollo de la comunidad.