Una etapa de conspiración
Recientemente se ha revelado un capítulo inédito de la ‘Operación Cataluña’ de SO, lo que pone las acciones de las autoridades españolas en el centro de atención. Un informe preparado por RAC1 ha descubierto que el ex presidente Mariano Rajoy podría haber estado involucrado en un plan secreto, con el apoyo de la CNI e incluso las colaboraciones internacionales, para desarticular la banca privada de Andorra, todo para rastrear las finanzas de figuras prominentes del movimiento de independencia catalán.
La red de comunicaciones
La base de esta intriga se basa en una serie de correos electrónicos que muestran cómo se había concebido esta maniobra entre 2014 y marzo de 2015. La evidencia contribuida en estos documentos, que han sido sometidas a análisis forense, revelan un plan de inteligencia con un propósito político bien definido: para obtener acceso a los datos bancarios que podrían relacionar a los promotores de la independencia con la independencia delante.
Justificación de la intervención
La excusa oficial utilizada para la operación de BPA se centró en las acusaciones de lavado de dinero asociado con varias organizaciones criminales, incluidas la mafia china y los oligarcas rusos. Se informó que estas acusaciones Fincen con la intención de lograr una alerta que legalizó la intervención. Esta alerta se transmitió el 10 de marzo de 2015 y causó la caída del BPA y su subsidiaria española, Banco Madrid.
Alianzas internacionales
Se ha identificado una figura clave en esta trama como Basilio Sánchez Portillo, un comandante de la Guardia Civil que actuó como intermediario con los servicios de inteligencia estadounidense. Las fuentes involucradas en la operación indican que Felix Sanz Roldán, el director del CNI en ese momento, movilizó sus contactos para obtener el apoyo necesario para ejecutar esta intervención bancaria.
Encuentros decisivos
Los documentos filtrados sugieren que Rajoy y el entonces jefe de gobierno de Andorra, Antoni Martí Petit, acordaron esta operación en varias reuniones, tanto en España como en Andorra. Las autoridades españolas vincularon el BPA con relatos de la familia Pujol y otras cifras de independencia pro, presentando la intervención como una respuesta a las obligaciones internacionales, cuando en realidad era una maniobra obtener información confidencial.
Las consecuencias de la operación
Una de las revelaciones más impactantes proviene de una nota de Villarejo, quien afirma que tres días antes de la intervención, ya se había decidido que los directores de BPA serían despedidos y encarcelados, incluido el CEO, Joan Pau Miquel. Villarejo expresó su frustración porque otras organizaciones Andorran, como Andbank, tampoco estaban sujetas a acciones similares, a pesar de sus supuestas conexiones con la independencia.
Eliminar las huellas
Finalmente, un correo electrónico con fecha del 21 de marzo de 2015 indica que se ordenó la destrucción de toda la documentación que el estado español podría cometer en esta operación. Según Villarjo, solo habría registros en los archivos de la presidencia del gobierno y el CNI, insinuando las profundas implicaciones de estas acciones.