Un encuentro inesperado
Carmen y François, dos apasionados del café, tienen historias de vida muy diferentes. Carmen nació en el animado barrio de Gràcia, en Barcelona, mientras que François creció en un pintoresco pueblo pesquero de Normandía. Sus caminos se cruzaron en la cola de una cafetería en la Universidad Autónoma de Barcelona en 2008. Entre risas y juegos de palabras, surgió una conexión especial.
El nacimiento de SlowMov
Después de vivir en París y descubrir el mundo del café de especialidad, Carmen y François decidieron abrir su propio tostadero en Gràcia en 2015. Querían compartir su pasión por el café de calidad con la comunidad local. Así nació SlowMov, un lugar donde el arte de hacer café se lleva a cabo con dedicación y paciencia.
Un enfoque único
SlowMov se destaca por su enfoque holístico y su estrecha relación con los productores de café. No se trata solo de vender café, sino de crear una experiencia completa para los amantes de esta bebida. El equipo de SlowMov se esfuerza por ofrecer café de temporada, recién tostado y con una variedad de matices que deleitan los sentidos.
Un negocio familiar
SlowMov es un negocio familiar en el que Carmen y François están involucrados en cada aspecto de su operación. A pesar de recibir una oferta de inversión para expandir su proyecto en 2019, decidieron centrarse en su familia y en mantener la calidad y la esencia de SlowMov. Han construido una reputación como referentes del buen café en Barcelona, tostando café casi a diario y ofreciendo un servicio excepcional a sus clientes.
Una propuesta gastronómica
Además de su excelente café, SlowMov también ofrece una selección de bocadillos y platos deliciosos preparados con productos locales y ecológicos. El chef Alberto se encarga de crear platos que complementan a la perfección el sabor del café. Los clientes pueden disfrutar de una experiencia gastronómica completa en un ambiente acogedor y familiar.
El desafío del turismo masivo
SlowMov se enfrenta al desafío del turismo masivo que a menudo carece de respeto por la cultura local. Carmen y François luchan por preservar la esencia de Barcelona y promover un turismo más responsable. A pesar de las dificultades, siguen comprometidos con su visión y trabajan arduamente para mantener la calidad de su café y el ambiente acogedor de SlowMov.
El arte de disfrutar del buen café
SlowMov es mucho más que una simple cafetería. Es un lugar donde el café se convierte en una experiencia sensorial, donde la calidad y la pasión se unen para crear momentos inolvidables. Carmen y François han logrado construir un negocio exitoso basado en su amor por el café y su compromiso con la comunidad. Si eres amante del buen café, SlowMov es el lugar perfecto para disfrutar de una taza excepcional.
