Un Incendio Trágico
Hace exactamente 50 años, Badalona fue escenario de una tragedia que todavía resuena hoy en día. En el barrio de La Morera, un incendio devastador consumió completamente una fábrica textil ilegal, conocida como Hais S.A. o Haissa, provocando la pérdida de vidas humanas y la destrucción total del edificio.
La Fábrica y las Víctimas
La fábrica, que no había superado ninguna inspección de Industria y operaba sin licencia, fue el lugar en el que perdieron la vida seis trabajadores, entre ellos un hombre y cinco mujeres. La ausencia de protocolos de seguridad, como alarmas antiincendios, extintores o salidas de emergencia, contribuyó a la escalada de la tragedia.
El Trágico Desenlace
El incendio se inició sobre las cinco de la tarde, cuando la mayoría de los trabajadores se encontraban en el exterior. Desgraciadamente, duró más de 12 horas, y en la madrugada del día siguiente, el edificio se derrumbó, poniendo fin a esta terrible experiencia.
Las Víctimas Olvidadas
Según las investigaciones, un pequeño grupo de trabajadores se quedó atrapado en la fábrica, sin posibilidad de escapar del humo y las llamas, ni de recibir ayuda. Este pequeño grupo, que lamentablemente se convertirían en las víctimas mortales de aquella tragedia, estaba formado por personas como Eusebia Lausén Fusté, Antonia Llanés Costa, Francisco Andreu Morales, Francisco Vico Morales, Josefa Lumbreras López y Glòria Parra Martín, todos ellos trabajadores de la fábrica y vecinos de Badalona y otras localidades cercanas.
La Reacción de las Autoridades
Pese a la gravedad del suceso, las autoridades locales y provinciales, así como los delegados del sindicato vertical, no exigieron responsabilidades. Además, las familias de las víctimas y trabajadores que reclamaban justicia fueron amenazados por la policía, mientras que las indemnizaciones ofrecidas fueron consideradas ridículas e injustas.
Consecuencias Injustas
Las indemnizaciones, que llegaron a ser de aproximadamente 100.000 pesetas por fallecido, fueron arbitradas por las autoridades del régimen, y las familias que no las aceptaban fueron coaccionadas. Además, las indemnizaciones pactadas verbalmente nunca fueron abonadas, dejando a las familias en una situación de desamparo e injusticia.