Un concierto inolvidable con música de piano de Rakmaninov y Stravinski

Un contraste de compositores y estilos

Entre el estreno del Concierto para piano núm. 3 en Re menor (op.30) de Rahmáninov (1909) y La consagración de la primavera de Stravinski (1913) sólo transcurrieron cuatro años. Sin embargo, el universo de sus compositores, su actitud durante aquella convulsa época y el estilo de ambas piezas no podrían estar más alejados: mientras Rahmanivov (1873) se resistía a abrazar las corrientes vanguardistas que recorrían la Europa de principios del siglo XX, Stravinski (1882) creó una pieza revolucionaria que desquició conciencias y cambió literalmente la historia de la música.

El virtuosismo de Rachmáninov

El concierto para piano número 3 de Rajmáninov es conocido por su extrema dificultad técnica y virtuosismo. El compositor lo escribió para sí mismo, demostrando sus propias habilidades como intérprete. Con el paso del tiempo, esta obra ha adquirido un aura de leyenda, ya que exige un esfuerzo físico prácticamente sobrehumano para el ejecutante. Pese a que Rahmáninov no abrazaba las corrientes vanguardistas de la época, su obra es considerada un reto de primer orden, llena de clímax frenéticos, pasajes cargados de patetismo y toques marciales.

La revolución de Stravinski

En contraste, Stravinski abrazó la modernidad con entusiasmo. Su obra más conocida, La consagración de la primavera, causó gran impacto en el mundo de la música. Con una coreografía audaz y provocativa de Nijinski, este ballet desató reacciones violentas e incomprensión generalizada. Las disonancias, la orquestación extrema y el uso desconcertante de la rítmica desquiciaron a la audiencia. La consagración de la primavera es una pieza revolucionaria, salvaje y desconcertante que sigue fascinándonos más de un siglo después de su estreno.

Una oportunidad única

Este mes de mayo, la Franz Schubert Filharmonia ofrecerá tres conciertos en Tarragona, Sant Cugat y Barcelona, ​​donde se podrá disfrutar de las emocionantes partituras de Rajmáninov y Stravinski. Será una oportunidad única para experimentar la contrastante expresión emocional de estos dos grandes compositores.

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