Un ambiente festivo que eclipsa el resultado
El derbi entre el CF Folgueroles y el CF Sant Julià, disputado el sábado por la tarde, no sólo fue un enfrentamiento deportivo, sino una celebración comunitaria. El marcador final, un empate a dos, fue secundario frente a la intensidad del ambiente vivido en el campo.
Rivalidad y pasión en el césped
La rivalidad entre estas dos poblaciones vecinas ha crecido significativamente en los últimos años, lo que se reflejó en la gran afluencia de público en el campo de fútbol municipal de Folgueroles. La energía de las aficiones, formada mayoritariamente por amigos y familiares de los jugadores, transformó un partido de Tercera Catalana en un evento esperado y memorable.
Un despliegue de colores y emociones
Desde la llegada al campo, los jugadores locales fueron recibidos con un espectacular espectáculo de bengalas y humo rojo, mientras que los visitantes, pese a llegar un poco más tarde, pudieron gozar de un apoyo fervoroso durante el calentamiento.Con pancartas, cánticos y gran variedad de efectos visuales, cada afición creó un ambiente vibrante.
Intensidad hasta el último momento
El partido se desarrolló con gran intensidad, con las dos aficiones animando constantemente desde sus respectivas zonas. El Folgueroles empezó dominando con un 2 a 0, pero el Sant Julià luchó hasta el final, consiguiendo empatar en un desenlace emocionante que mantuvo a todos en el límite de sus asientos.
Una celebración conjunta
Al finalizar el partido, la imagen que quedó fue de unidad. Jugadores, cuerpo técnico y aficionados celebraron conjuntamente, reconociendo el esfuerzo de todos. La satisfacción de haber llenado el campo fue palpable, con jugadores locales comentando que nunca habían visto el estadio tan lleno. El clima, pese a la posibilidad de lluvia, respetó el evento, añadiendo un toque de magia a la jornada.