El llamado a la unión y al diálogo
En un momento marcado por la División, el Presidente de Generalitat, Salvador Illa, ha emitido un mensaje poderoso durante su intervención institucional para la fiesta de Sant Jordi 2025. Desde el Patio de los Naranjos, Illa ha instado a la sociedad a adoptar la comprensión y la fraternidad, enfatizando la importancia de vivir el futuro con el optimismo y la esperanza.
Proyectando el día a nivel mundial
Illa enfatizó la necesidad de hacer que la celebración de San Jorge trascienda las fronteras, argumentando que el mundo actual requiere un mensaje de optimismo y comunidad. «Nuestra tradición de dar rosas y libros es un acto que puede combatir el odio y fomentar el conocimiento», dijo, enfatizando que estos gestos son más que simbólicos; Son actos revolucionarios.
El poder simbólico de las rosas y los libros
Según Illa, cada 23 de abril, Cataluña se presenta al mundo como un ejemplo de cortesía y vitalidad. «Mientras que otros buscan la fuerza en el poder o los recursos económicos, estamos orgullosos de nuestra capacidad de dar rosas, que simbolizan el amor y la comprensión, incluidos aquellos que tienen opiniones diferentes que las nuestras», dijo.
Un recordatorio de la lucha contra la injusticia
En su discurso, Illa se refirió a la leyenda de San Jorge, señalando que la lucha entre el caballero y el dragón representa la necesidad de combatir las injusticias sociales y las desigualdades que persisten en la sociedad actual. «La figura de San George no solo habla de coraje, sino también de la responsabilidad de defender los derechos de aquellos que están oprimidos».
Llamadas a la paz en conflictos globales
Además, el presidente no perdió un llamado urgente para la paz en áreas de conflicto como Gaza y Ucrania, exigiendo un alto fuego que termine las tragedias humanitarias que se están viviendo. «El sufrimiento no tiene fronteras y necesitamos unirnos a un mundo mejor», agregó.
Un legate de liderazgo moral
Ila también expresó sus condolencias por la muerte del Papa Francisco, reconociendo su impacto en Cataluña como una figura moral apreciada y respetada. «Su liderazgo ha trascendido las creencias religiosas, y su pérdida deja una brecha en los corazones de muchas personas», concluyó.