Un nuevo espacio para el arte tortosino: inauguración e innovación

La apertura de un espacio cultural emblemático

El Museo de Tortosa se acerca a su gran inauguración el próximo 21 de diciembre, con la presentación de una nueva sala de exposiciones situada en el pabellón número 8 del antiguo matadero. Esta nueva área destaca por exhibir las obras de tres artistas icónicos de la ciudad: Francesc Gimeno, Antoni Casanova Estorach y Agustí Querol.

Una exposición centrada en la transformación artística

Bautizada con el nombre de “Entre dos siglos. Artistas tortosinos en tiempo de cambio”, la exposición reunirá a un total de 55 piezas procedentes de prestigiosas instituciones como el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y el Museo del Prado, así como colecciones privadas y fondos municipales.

Condiciones óptimas para la preservación del arte

El alcalde de Tortosa, Jordi Jordan, ha explicado que la inauguración se realizará a finales de diciembre para asegurar que las condiciones climáticas sean las adecuadas, tal y como exige el MNAC. El contrato de comodato especifica que la humedad relativa debe estar entre el 50% y el 60%, mientras que la temperatura debe variar entre los 18 y 22 grados durante el invierno.

Inversiones para un mejor futuro

Con un presupuesto de 210.000 euros, financiado por la Generalitat, las mejoras incluyen un sistema de climatización modernizado que asegurará la conservación preventiva de las obras, reduciendo así costes de mantenimiento y mejorando la eficiencia energética.

Un recorrido artístico innovador

La nueva sala presenta un acogedor diseño que permite al visitante disfrutar de un recorrido ordenado por las obras. La visita comienza con las creaciones de Francesc Gimeno, seguida de las esculturas de Agustí Querol y culmina con las obras de Antoni Casanova. Esta estructura intercalada enriquece la experiencia visual y narrativa.

Un diálogo entre artistas y territorio

A través de las creaciones de Gimeno, Casanova y Querol, la exposición ofrece una reflexión sobre las Terres de l’Ebre, un territorio a menudo olvidado por el núcleo central de Cataluña, donde la necesidad de crear una identidad artística propia se hace evidente.

Un patrimonio que perdura

Además de las ocho obras del MNAC y una del Museo del Prado, la muestra incluye catorce piezas del fondo municipal y otras cedidas por colecciones privadas, reafirmando así la importancia del patrimonio artístico tortosino.

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