Un nuevo amigo de cuatro patas
En la Residencia Sacerdotal San José Oriol de Barcelona, un joven spaniel bretón llamado Truc ha cautivado los corazones de sus 63 residentes. Con sólo un año, su pelaje marrón-rojizo y su personalidad dinámica han convertido a este perro en un elemento esencial de la comunidad.
Un agente de cambio emocional
Truco no es sólo un animal de compañía; es un verdadero terapeuta. El director del centro, Mn. Nino Rodríguez, destaca cómo su presencia aporta una dosis diaria de felicidad y apoyo emocional a los curas mayores. ‘El Truc es obediente y siempre está al lado de los curas. Su compañía es inestimable’, comenta.
Beneficios más allá de la alegría
La influencia positiva de la presencia de un perro en un entorno de residencia es bien conocida. Mejora el estado de ánimo, fomenta interacciones sociales y puede tener un impacto significativo en la memoria y la terapia cognitiva. Además crea un ambiente más tranquilo y acogedor para todos los residentes.
Un proceso de selección especial
Tras valorar los beneficios de un perro de terapia, Mn. Nino pidió a Mn. Lluís Portabella que buscara un perro que pudiera integrarse en la vida del centro. Con una pasión por las mascotas, Mn. Portabella aceptó el reto y logró que Truc, originario de Écija, Andalucía, se uniera a la residencia.
Una rutina llena de amistad
Truc ha adoptado rápidamente su nueva vida, explorando todos los rincones de la residencia y conectando con los residentes. Anna Montserrat, la directora asistencial, relata cómo el perro acompaña a los ancianos durante las sesiones de fisioterapia e incluso en sus paseos diarios.
Momentos de calma y reflexión
El perro también participa en momentos de oración, demostrando una asombrosa capacidad para mantenerse tranquilo durante las ceremonias religiosas. Mn. Lluís comparte con humor que a veces debe convencer a Truc de entrar en la capilla, con su frase divertida: ‘pasa, no seas ateo’.
Un legado de comunidad y bienestar
La incorporación de Truc ha transformado la dinámica de la residencia, fomentando un ambiente de comunidad más fuerte y un bienestar generalizado. Los responsables del centro están convencidos de que su presencia no sólo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también refuerza los vínculos entre ellos.
Con la intención de seguir disfrutando de su compañía, los miembros de la residencia han encontrado en Truc no sólo a un perro, sino a un verdadero miembro de la familia que aporta amor y apoyo a su vida diaria.