Celebración de una jubilación especial
El sábado 5 de abril, un gran grupo de diáconos y aspirantes en el diaconado, en algunos casos, acompañado por sus socios, se reunió en un ambiente festivo en el Cottolengo del Padre Alegre, ubicado en Barcelona, para participar en un día de jubilación con el objetivo de recibir la indulgencia plenaria.
Un dinar de la comunidad
El día comenzó con un almuerzo en la habitación principal de este centro emblemático, fundado por Jacinto Alegre hace un siglo. Los asistentes disfrutaron de una comida que alentó la camaradería entre sí antes de mudarse a las actividades programadas.
Una visión del servicio comunitario
Después del almuerzo, las hermanas de Jesús presentaron un video que mostró su dedicación a trabajar con personas que sufren discapacidades severas y a menudo se encuentran sin el apoyo de su familia. Esta presentación sirvió como un recordatorio de la importancia del servicio y la compasión en la comunidad.
Visites i Reflexions
La segunda parte de la reunión incluyó una visita a las instalaciones de Cottolengo, donde los participantes pudieron interactuar con los residentes, muchos de los cuales son oyentes de Radio Estel. Esta interacción enriqueció la experiencia, destacando la conexión humana creada en estos espacios.
Reflexiones eucaristes y espirituales
El día culminó en una misa, presidido por el obispo auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, que estuvo presente durante toda la tarde. En su homilía, enfatizó que Cottolengo es un ejemplo de un jubilado continuo, un espacio donde la generosidad y la alegría se combinan para crear una atmósfera de gratitud y amor.
La importancia de la pobreza espiritual
El mensaje del diaconado
Josep Vidal, un delegado diocesano de formación y acompañamiento de los diáula del clero, tomó el piso para recordar que la misión del diaconado va más allá de la proclamación de la palabra y la liturgia; También es un compromiso con el más necesitado, siguiendo el ejemplo de los primeros diaconos.
Reflexiones finales
Durante la reunión, muchos asistentes estuvieron de acuerdo en que el Cottolengo representa «un pedazo de cielo en la tierra». Además, es uno de los ocho templos de jubilación de la Arquidiócesis de Barcelona, donde puede obtener la indulgencia plenaria, destacando su función social como un espacio para la recepción y la generosidad.