La anticipación del triunfo
En las últimas semanas, mi imaginación se ha disparado mientras imagino al capitán de Crystal Palace, Marc Guehi, ascendiendo a la caja real de Wembley. Allí, compartiría un breve intercambio con el Príncipe William antes de izar la Copa FA en lo alto de la multitud de partidarios extáticos. La atmósfera es eléctrica, con una cascada de globos rojos y azules que llenan el aire y las emociones que se derraman en lágrimas de alegría. Esta visión ha consumido mis pensamientos.
Un legado de pasión
Crystal Palace, mi apreciado equipo, se encuentra al borde de la historia, listas para su tercera final de la Copa FA. Solo el formidable Manchester City está en espera, un obstáculo entre nosotros y nuestro primer trofeo importante. Cada partidario del palacio lleva su propia narrativa de por qué este momento tiene tal importancia. Para mí, es la culminación de un viaje que abarca 36 años junto a mi padre, un viaje lleno de sueños y aspiraciones que convergen en este momento singular.
Raíces de apoyo
Mi padre, un lector de noticias de la BBC, proviene de Caterham, un tiro de piedra del M25, un semillero para los entusiastas del palacio. Residimos en Ealing, a una distancia de distancia, pero su lealtad al club nunca vaciló. Todavía recuerdo vívidamente ese fatídico día en septiembre de 1989 cuando nos aventuramos por primera vez a Selhurst Park para ver a Palace Facing Everton, administrado por el legendario Steve Coppell. Con solo ocho años, me cautivó la experiencia.
Momentos y recuerdos compartidos
El impacto del divorcio de mis padres a los diez años transformó esos largos impulsos para que los coincidan en momentos preciados con mi padre. Cada sábado, partíamos temprano, estacionábamos cerca del estadio y pasamos junto a lugares familiares. Miraba con delantero las casas que recubrían el camino, soñando con vivir tan cerca de mi amado palacio.
Rituales previos al partido
Nuestra rutina previa al partido era sagrada. Visitaríamos los cristales, una pintoresca sala de funciones sobre un supermercado, donde la atmósfera estaba llena de nostalgia. Saboramos nuestra comida favorita, Sausage, Chips y Frijoles, mientras absorbe el programa de la jornada. Cada visita profundizó mi amor por el club, convirtiendo lo mundano en magia.
La evolución de un fanático
A medida que crecía, mi pasión por el fútbol se convirtió en una anomalía entre mis compañeros. Mientras que muchos vitorearon para el Manchester United debido a sus jugadores estrella, me mantuve firme en mi devoción al palacio. Esos viajes del sábado se convirtieron en lo más destacado de mi vida, con jugadores como Geoff Thomas e Ian Wright convirtiéndose en íconos en mi mundo.
De fan a periodista
Mi viaje dio un giro inesperado cuando entré en periodismo, sentado junto a los jugadores que una vez idolatré. Sin embargo, mi lealtad al Palacio perduró, que culminó en momentos como la final de play-off del campeonato de 2013, que marcó un nuevo capítulo tanto para el club como para mi carrera.
Una oportunidad histórica
La anticipación alcanzó un pico después de la victoria semifinal de Palace contra Aston Villa. Sabía que tenía que estar en Wembley para la final. Mi jefe de NBC, Pierre Moossa, entendió mi pasión y me otorgó la oportunidad de asistir, un gesto que hizo que mi corazón se hinchara de gratitud.
Un asunto familiar
Estaré acompañado por mi esposo, Paul, y nuestro hijo, Teddy, mientras nos embarcamos en esta peregrinación. Wembley, una vista que crecí admirando, tiene un nuevo significado con la competencia de Palace. La idea de la victoria es estimulante pero desalentadora, ya que las apuestas se sienten monumentales.
El peso de las expectativas
Para muchos fanáticos, este partido representa más que un simple trofeo; Encarna años de lucha, relegaciones y momentos de duda. Una victoria validaría los sacrificios y el apoyo inquebrantable de los fanáticos leales que han resistido tormentas juntos.
Una perspectiva diferente
Mientras que los seguidores de clubes como Manchester City y Liverpool disfrutan de un paisaje diferente de éxito, la alegría de una posible victoria del palacio resonaría más profundo. Para mí, la importancia de este momento eclipsa cualquier elogio; Se trata de sueños compartidos y la esencia de ser fanático del palacio.
Mientras me preparo para este viaje, la emoción y la esperanza son palpables. Travería cualquier distancia para presenciar este partido, sabiendo que encapsula una vida de recuerdos y aspiraciones vinculadas a mi amado Palacio de Cristal.