Inici » Un viaje musical a través de las estaciones y emociones

Un viaje musical a través de las estaciones y emociones

by PREMIUM.CAT
Una escena cautivadora se desarrolla en el Grand 'Palau de la Música', lleno de audiencia que anticipa ansiosamente la actuación. En el escenario, la 'violinista' Leticia Moreno está a la vanguardia, su expresión es una mezcla de 'intensidad' y 'pasión' mientras agarra su 'violín' firmemente, lista para desatar un torrente de 'energía'. A su lado, Claudio Constantini toca hábilmente el 'Bandoneón', sus dedos bailando a través de los botones, mientras que Edicson Ruiz sostiene el 'bajo doble', proporcionando una base rica y resonante. Matan Porat se sienta en el 'piano', con las manos preparadas para complementar el conjunto. El escenario está adornado con una iluminación suave y cálida que arroja un 'tono dorado' sobre los músicos, acentuando los intrincados detalles de sus instrumentos. La audiencia, una mezcla de oyentes 'entusiastas', se inclina hacia adelante en sus asientos, cautivado por el programa 'ecléctico' que combina el dominio clásico de Bach con los vibrantes ritmos de compositores latinoamerica

Un Concert Singular al Palau de la Música

El 25 de marzo, el Palau de la Música se convirtió en una etapa de varios sonidos con la violinista Leticia Moreno y un cuarteto de excelentes músicos. Acompañado por el bandoneonista Claudio Constantini, el bajista doble Edicson Ruiz y el pianista Matan, ofreció un repertorio que fusionó el clásico europeo con ritmos latinoamericanos.

Una fusión inusual de géneros

El concierto comenzó con una versión para Violin y Bandoneon de la Sonata no. 4 BWV 1017 Bach, originalmente concebido para violín y llaves. Aunque la propuesta parecía prometedora, la similitud en el timbre de los instrumentos limitó el contraste del sonido. Sin embargo, el Adagio ofreció momentos de magia, con los dos instrumentos creando una atmósfera íntima que cautivó a la audiencia.

Emociones a flor de flores

Entonces la famosa Bachiana Brazileira no. 5 de Heitor Villa-Lobos hizo su aparición. El violín, asumiendo el papel de la soprano, se fusionó armoniosamente con el piano, la banda y el bajo doble, creando un equilibrio vibrante. El Aria resonó con una intensidad emocional que evocaba la nostalgia, transportando a los asistentes a un mundo sólido lleno de matices.

Un tesoro musical barroco

La primera parte del concierto terminó con la Sonata Chiquitana no. 4, una joya anónima del siglo XVIII. Esta pieza barroca, que recuerda al trabajo de Vivaldi, mostró una sinergia perfecta entre los instrumentos, destacando la habilidad del cuarteto.

Momento clave: el chacon de Bach

La segunda mitad llevó a la audiencia a un nivel más profundo con el Chacon de la fiesta por el violín solo no. 2 de Bach. Este trabajo, conocido por su complejidad, fue realizado por Moreno con una intensidad que trasciende la técnica. Su interpretación fue una experiencia meditativa, donde su rostro reflejó una profunda conexión con la música, dejando a la audiencia en un estado de ausencia y fascinación.

Cierre de la pasión: estaciones de Piazzolla

Para concluir la noche, las ‘Cuatro estaciones de Porteñas’ de Astor Piazzolla trajeron una explosión de ritmos y emociones. Moreno, con un virtuosismo admirable, compartió el escenario con el Bandoneon en una interpretación vibrante y dinámica. Cada estación cobró vida a través de una ejecución llena de fuerza y ​​vitalidad, dejando una impronta indeleble en los asistentes.

Reflexiones finales sobre una noche inolvidable

El concierto fue un testimonio de la belleza que puede surgir de la unión de diferentes tradiciones musicales. La habilidad de Moreno y sus compañeros de tejer una narrativa sonora rica y variada dejó una impresión duradera, recordándonos el poder de la música para unir culturas y emociones.

You may also like

-
00:00
00:00
Update Required Flash plugin
-
00:00
00:00