Una experiencia gastronómica única
En medio del Paral·lel, cerca de la parada de metro, se encuentra una de las asas más emblemáticas de Barcelona. El Asador de Aranda, con varios locales repartidos por la ciudad, es un restaurante especializado en carne asada y ofrece una de las mejores gastronomías de Castilla y León.
Un ambiente acogedor
Al entrar en el Asador de Aranda, serás recibido por un aroma exquisito de cordero al horno, que es su especialidad culinaria. El restaurante tiene un espacio amplio con mesas en la entrada, una zona más íntima frente a la barra y el horno de leña, y una amplia sala con mesas largas para grupos más grandes. El ambiente cálido y acogedor, con muebles de madera y una iluminación suave, te hará sentirse como en casa.
Una oferta versátil
Asador de Aranda es un restaurante versátil que ofrece diferentes opciones para sus clientes. Puedes disfrutar de un menú de mediodía rápido, un menú degustación más elaborado o elegir alguna de sus deliciosas piezas de carne asada preparadas en el horno de leña. Entre las opciones destacan el cordero lechal, el cochinillo, el lagarto y la ternera.
Una experiencia gastronómica auténtica
Antes de empezar el festín, el personal amable del restaurante te invitará a disfrutar de una copa de cava como aperitivo. Después, podrás degustar una gran variedad de entrantes, como el refrescante gazpacho de sandía, las croquetas de pollo y los butifarrones de arroz de Burgos con pimiento del piquillo asado. El plato principal es sin duda la carne asada, con el cordero y el cochinillo como platos estrella. Si prefieres probar diferentes sabores, puedes optar por las tortas, pequeños bocadillos de carne de cordero o cochinillo acompañados de patatas fritas.
Una carta de vinos excepcional
Para acompañar tu comida, el Asador de Aranda ofrece una amplia selección de vinos de Ribera del Duero, perfectos para maridar con tus platos de carne favoritos. Si eres un amante del vino de Castilla, éste es el lugar ideal para ti.
Postres tradicionales
Para acabar con una nota dulce, no puedes dejar de probar el hojaldre relleno de crema y nata, que se acompaña con un par de sorbos de vino dulce. Es el postre perfecto para cerrar una experiencia gastronómica inolvidable.