Un legado de grandeza artística
Ubicado en el pintoresco paisaje de West Sussex, el Malthouse no es solo una casa; Es un santuario inmerso en la rica historia de dos de las mejores figuras del teatro británico: Sir Laurence Olivier y Dame Joan Plowright. Esta residencia icónica, que recientemente ha alcanzado el mercado con un precio de £ 1.75 millones, es más que una mera propiedad; Es un recipiente de recuerdos que se hace eco de la risa y la creatividad de sus antiguos habitantes.
El viaje del Malthouse
Adquirido por la ilustre pareja en la década de 1960, el Malthouse era su preciado retiro, un lugar donde podían escapar del implacable ritmo de la fama. Según Toby Brown de los agentes inmobiliarios de TLC, la familia ha mantenido con amor la propiedad durante más de seis décadas, asegurando que su legado continúe prosperando. «Esperamos encontrar a alguien que valora la historia tanto como la casa misma», compartió.
Un hogar de muchas historias
La finca cuenta con características impresionantes, incluida una cancha de tenis privada y una piscina interior, encapsulando el tranquilo estilo de vida que Olivier y Plowright apreciaban. Brown reflexiona sobre el encanto de la privacidad que ofreció la propiedad, particularmente para figuras tan reconocidas en el ojo público. «Este lugar les permitió ser ellos mismos, lejos del centro de atención», señaló.
Importancia cultural y conexiones de celebridades
Con los años, el Malthouse ha sido un refugio para varias personalidades notables. Sir Ian McKellen ensayó una vez para Macbeth aquí, una obra que Olivier protagonizó. Además, la casa sirvió como telón de fondo para el aclamado documental «Nothing Like A Dame», que mostró a Plowright junto a otros leyendas teatrales.
Recordando los íconos
La casa fue testigo de los capítulos finales de la vida de Olivier, que falleció allí en 1989, y continuó siendo un espacio preciado para Plowright hasta su reciente fallecimiento a la edad de 95 años. Sus legados artísticos, marcados por numerosos premios y elogios, incluidos los premios Oscar y el Oscar de Olivier de Olivier, un premio Tony, que se vinculan indelablemente vinculados a esta casa.
Una llamada al próximo custodio
A medida que la búsqueda comienza por un nuevo propietario, Brown espera que el próximo custodio no solo aprecie el encanto de la propiedad sino también su importancia histórica. «Si estos muros pudieran contar sus cuentos, desarrollarían un drama más rico que cualquier guión», reflexionó, invitando a los posibles compradores a imaginar las historias que esperan ser escritas en este espacio extraordinario.
El futuro del Malthouse
Con su combinación de historia y serenidad, el Malthouse es un testimonio de la influencia duradera de Olivier y Plowright en las artes. Mientras espera un nuevo capítulo, uno solo puede esperar que los próximos habitantes continúen honrando el legado de la creatividad y la pasión que ha definido este notable hogar.