Barreras de ruptura: la historia de Sanemi
Con solo 12 años, Sanemi ha transformado su narrativa del silencio al empoderamiento. Nacida profundamente sorda, es un faro de esperanza, que aboga por una comprensión más amplia de la pérdida auditiva y las capacidades de quienes viven con ella. Con implantes cocleares que mejoran su mundo, expresa orgullo por sus ‘oídos biónicos’, desafiantes las percepciones sociales en el camino.
El viaje al sonido: las primeras experiencias de Sanemi
El viaje auditivo de Sanemi comenzó a los 15 meses cuando recibió implantes cocleares, tecnología que ha redefinido su capacidad para conectarse con el mundo. Su primer encuentro con el sonido, una tambor suave, brindó una avalancha de emociones, como lo relató su madre, Manjiri. «Fue un momento de lágrimas, pero también alivio y alegría», recuerda, enfatizando la importancia de ese primer sonido.
Cambio de perspectivas: conceptos erróneos de la sociedad
A pesar de los avances en la tecnología, una encuesta reciente de YouGov realizada por auditiva verbal del Reino Unido reveló que solo el 36% de los adultos en el este de Inglaterra creen que un niño profundamente sordo puede lograr una comunicación hablada comparable a sus compañeros auditivos. Esta estadística subraya la necesidad de una mayor conciencia y educación con respecto a las habilidades de las personas sordas.
Aspiraciones educativas: ambiciones de Sanemi
Inscrito en Comberton Village College, Sanemi sueña con un futuro lleno de oportunidades, ya sea en idiomas, periodismo o hornear. Sus aspiraciones ejemplifican su creencia de que la sordera no debería limitar el potencial. «Puedo participar en todo como mis amigos oyentes», afirma, alentando a otros a ver más allá de las discapacidades.
Más allá del aula: compromiso extracurricular
Los implantes cocleares de Sanemi no solo le han proporcionado la capacidad de escuchar, sino que también han abierto puertas a varias actividades extracurriculares. Desde la danza india hasta las clases de idiomas, sus actividades reflejan una determinación de involucrarse completamente en la vida. «He podido hacer mucho más gracias a mis implantes», comparte, destacando las experiencias enriquecedoras que le brindan.
El viaje de una familia: comprensión y apoyo
El camino hacia la aceptación comenzó cuando Sanemi fue diagnosticado con solo dos meses. Su familia enfrentó un torbellino de emociones mientras navegaban a través de la prueba y la incertidumbre. «Fue difícil de aceptar al principio», admite Manjiri, enfatizando la importancia del apoyo estructurado en todo el desarrollo de Sanemi. La comunicación para Sanemi trasciende los métodos tradicionales; Ella prospera en entornos donde brillan las habilidades verbales, negando la necesidad de lenguaje de señas o lectura de labios.
Un llamado a la acción: abrazar las habilidades sobre las discapacidades
Manjiri aboga por un cambio de mentalidad, recordando a la sociedad que las discapacidades físicas no definen las capacidades de una persona. «El viaje de Sanemi demuestra que con el apoyo adecuado, cualquiera puede lograr sus sueños», afirma apasionadamente. Este sentimiento resuena en las propias palabras de Sanemi, ya que alienta a otros a reconocer el potencial en cada individuo, independientemente de sus desafíos.
Mientras miramos hacia un futuro en el que prevalezca la comprensión y la inclusión, Sanemi es un testimonio de la resiliencia y el poder de la tecnología para transformar vidas. Su historia no se trata solo de superar el silencio; Se trata de amplificar las voces que merecen ser escuchadas.