Un nuevo restaurante en Madrid
La fiesta de inauguración de Casa Salesas, el restaurante de Íñigo Onieva, prometía estrenar el nuevo local de moda de Madrid. Un rincón ideal, creado por los propietarios más exclusivos, con los clientes más VIP y unas reseñas que le otorgaban cinco estrellas desde el primer día.
Un comienzo decepcionante
Sin embargo, después de estos primeros días de apertura, parece que no todo es lo que parece. Tamara Falco e Isabel Preysler estaban realmente ilusionadas al ver a su marido y su yerno ponerse a trabajar después de todos los escándalos que les había traído. Íñigo Onieva entraba de nuevo en el mundo laboral con una de sus pasiones, la hostelería. Pero, lamentablemente, se ha demostrado que se le da mejor ser cliente que propietario de un local.
Valoraciones en descenso
Días antes de la fiesta de inauguración, el restaurante ya contaba con 5 estrellas de valoraciones en Google, pero pronto comenzaron a caer. Las reseñas destacaban los elevados precios y una comida bastante precaria. Así, el ranking de valoraciones se redujo a 3,1 estrellas, dejando en evidencia la calidad del lugar.
Problemas con los vecinos
Además de las críticas negativas, el restaurante ha generado problemas con los vecinos del barrio Justicia de la capital madrileña. Se ha revelado que Casa Salesas ha acumulado basura fuera de los centros de reciclaje, ensuciando la zona y dañando la reputación del lugar.
Silencio ante las críticas
Ante estas polémicas, tanto Íñigo Onieva como su socio han optado por no dar la cara ni aclarar la situación, lo que ha generado aún más descontento entre los clientes y colaboradores del restaurante.
Un futuro incierto
Con tantos escándalos y problemas, el futuro de Casa Salesas es incierto. A pesar de los intentos por mejorar la reputación del lugar, parece que el restaurante tendrá que enfrentarse a grandes desafíos para recuperar la confianza de sus clientes y vecinos.