Celebra el solsticio de verano con una deliciosa ratafía casera

El solsticio de verano y la tradición de la ratafía

Con la llegada del solsticio de verano, es el momento perfecto para celebrar esta época del año con una deliciosa ratafía casera. Esta bebida tradicional es popular en muchas regiones y tiene una larga historia que se remonta a siglos atrás. La ratafía es una bebida alcohólica aromatizada con hierbas, especias y frutos, y es conocida por sus propiedades digestivas y medicinales.

Una ratafía casera con ingredientes locales

Este año, proponemos realizar una ratafía casera con ingredientes locales, utilizando sólo elementos botánicos que se pueden encontrar en nuestra zona. Esto nos permitirá crear una ratafía única y auténtica, con un toque de nuestra tierra. Evitaremos ingredientes exóticos y nos centraremos en las plantas y frutos que encontraremos en nuestro recorrido por la naturaleza.

Un recorrido por la naturaleza

Empezaremos nuestro recorrido en el Portalàs d’Estamariu y caminaremos hasta el puente del Hosti, pasando por el campo del Espinalt y el puente del Molí. Esta ruta de tres kilómetros nos llevará por diferentes paisajes, desde costas solanas hasta arcenes del río. Durante el camino, iremos recogiendo las plantas y frutos que utilizaremos para realizar nuestra ratafía casera.

Ingredientes locales para una auténtica ratafía

Entre los ingredientes que recogeremos, encontraremos ajedrea, azahar, tomillo, lavanda, espernallac, arañones, manzanilla, verbena, valeriana, hipérico, romero, flor de encina, flor de saúco, flores de malva, menta, salvia, hojas de melocotonero y hinojo. Además, añadiremos las nueces verdes, un ingrediente imprescindible para la ratafía. Todos estos elementos botánicos aportarán aromas y sabores únicos a nuestra bebida.

El proceso de maceración y el resultado final

Una vez hayamos recogido todos los ingredientes, los pondremos a macerar en aguardiente rebajado y añadiremos un poco de almíbar de azúcar moreno para darle un toque dulce. Dejaremos que la mezcla reponga durante cuarenta días, expuesta al sol ya la serena. Este proceso permitirá que los sabores y aromas se fusionen y que la ratafía adquiera su sabor característico.

Después de los cuarenta días de maceración, nuestra ratafía casera estará lista para su degustación. El resultado será una bebida única y deliciosa, llena de sabores auténticos y con un toque de nuestra tierra. Así, podremos celebrar el solsticio de verano de la forma más tradicional y especial.

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