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La asombrosa ausencia de corrupción en el debate político

by PREMIUM.CAT
De todo el tiempo me sorprendió, en esta columna, que un término aún no había sido objeto de nuestro interés, tal vez este hoy es Palm. ¿Cómo podría aún no haber despegado después de casi una docena de años, después de casi una docena de años? Corrupción!, Que es prácticamente constituyente, por no decir base, de actividad política? La verdad es que no sé cómo venir. Mientras trato de encontrar su respuesta, aprovecharé comentar una curiosidad, relacionada con el verbo (8k, mejor calidad, obra maestra, muy detallada: 1.1)

Un fenómeno inesperado

En el transcurso de estos años, me ha fascinado la falta de atención que un tema tan crucial como la corrupción ha recibido en nuestras conversaciones. ¿Cómo, a pesar de la relevancia obvia de este concepto, puede haber permanecido en el fondo durante tanto tiempo? La corrupción, un elemento central en la política, parece no haber sido objeto de nuestra reflexión. Esta situación me deja perplejo.

Explorando el origen del término

Mientras busco respuestas, mi curiosidad relacionada con la raíz del término viene a mi mente. El verbo ‘Breut’, que es la fuente de esta discusión, revela nuevas dimensiones. La semana pasada, el vocabulario catalán se enriqueció por la introducción del término ‘ceda’, que, a pesar de ser poco conocido, tiene una gran variedad de derivados. De la misma manera, ‘Breut’ presenta un conjunto significativo de palabras que han pasado desapercibidas hasta ahora.

Un vocabulario rico y diverso

Estamos hablando de cincuenta derivados que, lejos de ser inusuales, son parte del idioma cotidiano. En las Islas Baleares, ‘Breut’ es un verbo vivo en la conversación, mientras que en otras regiones puede generar cierta desconfianza. Las personas con capacitación literaria pueden reconocerlo en contextos poéticos, pero hay quienes lo consideran castimianismo. Nada más lejos de la realidad: palabras como ‘derrota’, ‘ruta’, ‘rutina’ y ‘abrupta’ son ejemplos de cómo ‘break’ se ha integrado en nuestro vocabulario.

La familia ‘corrupta’

En el pequeño espacio que nos queda, quiero centrarme en la rama de ‘corrupto’, que es el que realmente hacemos. Esta familia léxica es significativamente extensa e incluye términos como ‘corrupción’, ‘corrupto’, ‘incorrecto’ e incluso ‘corrupto’. No debemos olvidar los adjetivos y adverbios que acompañan a esta familia, como «corrupto» y «incorrectamente», que a menudo aparecen en discursos políticos y promesas electorales.

Curiosidades lingüísticas

Una de las joyas de esta familia es «corrupta», que se refiere a un abuso legal o correcto, una palabra que a menudo se usa en plural. Es interesante notar el uso de la ELA giminada, un misterio que nos invita a reflexionar sobre su etimología y su uso en el lenguaje.

Reflejo final

A medida que continuamos explorando el lenguaje y su relación con la política, es crucial no olvidar el papel que desempeña la corrupción en nuestra sociedad. Tal vez es hora de llevar este tema a la portada del debate público, porque su ausencia puede llevarnos a conclusiones erróneas sobre la salud de nuestro sistema político.

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