La Dilema Gastronómica: Entre Dietas y Placer

Reflexiones sobre las Infidelidades Gastronómicas

Con frecuencia me topo con historias sobre las infidelidades en las que caen las personas. Especialmente aquellas relacionadas con la alimentación, que son las que más ostentan el estigma de ser proclamadas a gritos. Un instante en el que uno observa un platillo de hamburguesas descomunales, adornado con un gofre empapado en chocolate que podría construir una fábrica de dulces, y sobre esa imagen, una nota o un hashtag que dice: «cheat day». Usar la palabra «to cheat» implica hacer trampa o desviarse de un compromiso, revelando así cómo nos apartamos de esos objetivos que nos habíamos marcado previamente.

Las Trampas del Estilo de Vida Moderno

Exigirse seguir un camino que en realidad no se siente auténtico es una práctica que, a corto, mediano o largo plazo, rara vez resulta satisfactoria. Al igual que una cabra que ha aprendido a saltar, lo hará sin dudar. Cada vez que leo sobre el «cheat day» y consumo una comida colosal, ya sea de comida rápida o un extenso menú en uno de esos agradables restaurantes que tenemos en nuestra ciudad, me doy cuenta que esto simboliza, sin embargo, nuestras tendencias contemporáneas.

El Ideario de la Delgado y el Estigma Social

La presión por mantener un peso es evidente, pues desde la década de los 70, ser delgado se ha transformado en un indicador fundamental de éxito en la esfera social. No se trata de meras percepciones de quienes lidian con sobrepeso, la realidad es clara: hay estudios que sostienen que los prejuicios hacia las personas con sobrepeso son más severos, considerándolos menos competentes en diversos aspectos de la vida, desde el ámbito laboral hasta las relaciones personales.

Una amiga que desafía las normas sociales, que nació con una discapacidad, expresa con franqueza que su experiencia con el sobrepeso le resultó más discriminatoria que su condición física. Este discurso resuena profundamente en nuestra sociedad, que ha oscilado entre un sinfín de dietas, ya sea la del jarabe de arce, la de la manzana, la del régimen Atkins o la famosa dieta cetogénica que vuelve a tomar protagonismo. En este siglo XXI, la última tendencia ha incluido la práctica del ayuno intermitente, complementado por entrenamientos intensos al ritmo de canciones pegajosas de artistas como Rosalía o Bad Bunny.

El Surgimiento de la Comida Gigante

En medio de esta vorágine de restricciones y exigencias, se hace notable cómo los restaurantes han comenzado a ofrecer platos de dimensiones ostentosas. Esta inclinación por el gigantismo culinario no es novedad, puesto que siempre ha existido. Muchos recordarán espacios donde se servían bocadillos extremadamente grandes o desafíos gastronómicos en algunos restaurantes de Estados Unidos. Sin embargo, hoy en día, la presentación de platos que combinan ingredientes que simplemente no armonizan, sólo para hacer resaltar lo hipercalórico, se ha afirmado de manera más prominente en la última década.

Redes Sociales y el Exceso Culinario

Lamentablemente, la proliferación de lugares dedicados a este tipo de platos imponentes ha aumentado. Me parece que el éxito en las redes sociales impulsa esta tendencia. Las personas perciben que esos plats estrafalarios son potenciales contenidos para sus perfiles, mientras que algunos emprendedores creen que tal exposición les generará un significativo retorno a su inversión. Es completamente comprensible sentirse atraído por la idea de captar imágenes de estos manjares para mostrar, pero lo que realmente me llama la atención es el hecho de que existe una audiencia dispuesta a experimentar y consumir esas porciones masivas.

La Búsqueda del Balance en la Alimentación

La corriente que promueve un cuerpo esculpido y la delgadez ha encontrado su espacio en cómo muchos creen que el ejercicio debe ir acompañado de altos consumos proteicos. Ya no se trata de comer simplemente una ensalada tras una sesión workout; ahora se opta por una amplia variedad de alimentos que están diseñados para maximizar el crecimiento muscular. A menudo, la cocina de mi generación tiende a ser poco creativa, y aunque podamos buscar inspiración en plataformas como Instagram, la monotonía de los platos puede llegar a ser tediosa.

El Efecto de la Restricción Alimentaria

Esta modalidad de nutrición, cuando no está dictada por un profesional de la salud o cuando no hay un disfrute genuino, puede llegar a sentirse como un verdadero sacrificio. En nuestra cultura, influenciada por la tradición judeocristiana, se sigue asociando el sacrificio al crecimiento personal, un concepto que, aunque pueda resonar con las creencias de algunos, es una realidad que muchos intentan desafiar en su día a día.

El Cheat Day como Opción de Escape

No tenemos por qué ser tan rígidos; tras un periodo de privaciones, todos anhelamos recompensas. La solución común a este dilema es el tan mencionado cheat day. Este día, en el que se abandona toda restricción alimentaria, se convierte en un festín donde las papilas gustativas exigen lo que verdaderamente desean: indulgentes sabores cargados de grasas y azúcares. Esto es, sin duda, un recordatorio de que la libertad gastronómica es uno de nuestros mayores placeres, que debemos celebrar disfrutando de la comida que anhelamos, en el momento que deseamos.

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