La magia del Palau

Roger Grimau: “Seguiré fascinado por el Palau toda la vida.”

El club, aprovechando el regreso y la explosión de Ricky Rubio, envió una encuesta en la que preguntaba a los socios si verían con buenos ojos jugar algún partido en el Palau Sant Jordi. La negativa de los abonados azulgrana fue tan contundente y tan inmediata que esa hipotética opción fue rechazada 24 horas después. Fue hecha en mal momento, teniendo en cuenta la pereza que maneja a Montjuïc a ver al Barça de fútbol. El club tuvo que emitir un comunicado en el que subrayaba que sólo había sido una consulta para captar la opinión y que se seguirá jugando en el Palau.

La Euroliga y el factor Palau

Hay dos cosas que están claras. La Euroliga nunca dejará fuera al Barça (y más siendo propietario) de su competición aunque desde hace 20 años es obligado que los clubs tengan un pabellón de al menos 10.000 localidades.

La experiencia única de los partidos en el Palau

Por otra parte, hay algo innegable que está haciendo bien el Barça: todo lo que rodea a los partidos. A través de Barça Rookies se da la oportunidad a los jóvenes para que asista a los partidos y se fotografíe con el equipo, cada partido canta el himno algún cantante, cada partido se puede optar a entradas de diferentes zonas, algunas con catering incluido, tienen cheerleaders, se apuesta por los grupos de animación… Muchas cosas. Es cierto que todas tienen un coste económico pero dinamizan el choque. Convierten cada partido en una experiencia. Una experiencia completa cuando el Palau está lleno con un ambiente único, el Barça gana y lo haga con jugadores como Ricky.

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