Intriga y Controversia
Las reuniones con emisarios del Kremlin, la presencia de soldados rusos y las supuestas injerencias de Rusia para desestabilizar a Europa han generado una gran intriga y controversia. La llamada trama rusa, una de las causas judiciales más controvertidas que rodean al proceso catalán, ha sido pilotada desde hace años por el juzgado de instrucción número 1 de Barcelona, bajo la dirección del juez Joaquín Aguirre.
Reactivación e Investigación
Recientemente, esta trama ha sido reactivada coincidiendo con la tramitación de la ley de amnistía en el Congreso, abriendo la puerta a la investigación de Carles Puigdemont y su entorno por un delito de traición. Sin embargo, este procedimiento podría quedar excluido de la ley pactada entre PSOE, ERC y Junts.
Origen y Denuncias
La trama rusa empezó a fabricarse años antes de ser conocida por el gran público, con la operación Volhov en el 2020. El abogado Gonzalo Boye, que representa a Puigdemont y Josep Alay, ha presentado un escrito en el juzgado denunciando las supuestas maniobras tras este procedimiento, argumentando que se filtró el contenido del teléfono de Víctor Terradellas, principal investigado en la trama rusa, para fundamentar artículos periodísticos y cartas anónimas.
Filtraciones y Cartas Anónimas
Las filtraciones y cartas anónimas han tenido un papel relevante en esta causa, alimentando una investigación que había quedado varada. Estas filtraciones incluyeron información confidencial del teléfono de Terradellas, que terminó en manos de periodistas y fue publicada en distintos medios internacionales.
Investigaciones y Recursos
Investigaciones realizadas por medios como The New York Times y la OCRRP han puesto de manifiesto los supuestos contactos entre el entorno de Puigdemont y emisarios del Kremlin, alimentando las sospechas sobre una posible influencia rusa en el proceso catalán. Esto ha generado varias recusaciones contra el juez Aguirre, cuestionando su imparcialidad por continuar al frente de la investigación.
Causa y Controversia
La trama rusa, que inicialmente se originó a partir de una causa por subvenciones a la Diputación de Barcelona, se ha convertido en una compleja investigación que ha generado controversia y cuestiones sobre la imparcialidad del juez encargado. Las supuestas relaciones entre dirigentes independentistas y ciudadanos rusos, así como las presuntas intenciones del Kremlin de desestabilizar la democracia española y la Unión Europea, estuvieron en el centro de esta intriga judicial.