Octavi Vilà, abad de Poblet, nombrado nuevo obispo de Girona

El cargo estaba vacante desde la muerte de Francesc Pardo en el 2022

El medio especializado Religión Digital ha avanzado este miércoles que el papa Francisco ha escogido al abad de Poblet, Octavi Vilà, como nuevo obispo de Girona, una diócesis que estaba sin titular desde hace casi dos años. El nombramiento se hará oficial mañana a las doce del mediodía en una rueda de prensa simultánea desde Girona y desde Vimbodí y Poblet, donde el nuevo obispo estará acompañado por el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas.

Octavi Vilà, nacido en Tarragona en 1961, es monje de Poblet desde 2006 y sacerdote desde 2015, año en que fue elegido abad de la comunidad cisterciense. Sucedió en el cargo a José Alegre, que murió el mismo año. Como abad de Poblet, Vilà ha impulsado la restauración del monasterio, la formación de los nuevos monjes y la relación con la sociedad civil.

El papa Francisco aceptó al candidato el año pasado

El proceso de nombramiento del nuevo obispo de Girona comenzó en octubre del pasado año, cuando el papa Francisco firmó la aceptación del candidato que se le presentó. Desde entonces, quedaba pendiente de que el candidato aceptara el cargo y de que se preparara su presentación pública. El pontífice ha elegido a Vilà entre una terna de nombres que le hizo llegar la Congregación para los Obispos, el organismo de la Santa Sede que se encarga de proponer a los candidatos a las diócesis vacantes.

La diócesis de Girona está sin obispo desde el 31 de marzo del 2022, cuando falleció Francisco Pardo, que había presentado su renuncia al cargo en junio del 2021, al cumplir 75 años, la edad límite que marca el derecho canónico. Desde entonces, el administrador diocesano de Girona, mosén Lluís Suñer, ha asumido las funciones de gobierno de la diócesis, que tiene unos 500.000 fieles y unos 300 sacerdotes.

Un nombramiento sorprendente y no punitivo

El nombramiento de Vilà como nuevo obispo de Girona ha sorprendido al mundo eclesial catalán, ya que no era uno de los nombres que sonaban con mayor fuerza para ocupar el cargo. Vilà tiene un perfil más contemplativo que pastoral, y su experiencia como abad de Poblet le ha dado un conocimiento profundo de la vida monástica, pero no tanto de la realidad social y cultural de la diócesis gerundense. Sin embargo, Vilà es considerado un hombre dialogante, culto y cercano, que podría aportar una nueva y renovadora visión a la Iglesia de Girona.

El cardenal Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española, reconoció el pasado julio que el retraso en el nombramiento del nuevo obispo de Girona le había causado cierta extrañeza, pero negó que se tratara de un castigo por parte de la Santa Sede. Omella hizo estas declaraciones en la presentación del nuevo obispo de Tortosa, Sergi Gordo, hasta entonces obispo auxiliar de Barcelona.

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