La DGT y el SCT acuerdan el retorno de las pruebas a la capital de la Garrotxa y otras localidades
Después de tres años sin poder realizar las pruebas teóricas de conducir a Olot, la ciudad volverá a acoger estas pruebas a partir de este año. Así lo pactaron la Dirección General de Tráfico (DGT) y el Servei Català de Trànsit (SCT) en una reunión que mantuvieron este miércoles.
Según lo acordado, el SCT facilitará el material informático necesario para realizar las pruebas y la DGT se encargará del software. Debido a la pandemia, desde 2020 las pruebas se habían centralizado en Girona, lo que suponía un inconveniente para los aspirantes de la Garrotxa y otras comarcas.
Aún no se ha hecho público donde se realizarán las pruebas en Olot, pero sí se ha anunciado que, además de esta ciudad, también se recuperarán las sedes de Ripoll, Tortosa, la Seu d’Urgell y la Pobla de Seguro. El SCT ha informado que la primera sede que se pondrá en funcionamiento será la de Ripoll, en un espacio cedido por el Consell Comarcal. La Federación de Autoescuelas de Girona coordinará la implementación del proceso.
El Ayuntamiento de Olot se muestra sorprendido por la noticia
La noticia del retorno de las pruebas teóricas de conducir a Olot ha sorprendido al Ayuntamiento de la ciudad, que no había recibido ninguna comunicación previa por parte del SCT o la DGT. Esto, a pesar de haber tenido contactos y reuniones con estos organismos en los últimos meses. En noviembre de 2022, el consistorio olotense aprobó una moción impulsada por Junts, ERC y la CUP, en la que solicitaba a la DGT que volviera a ofrecer las pruebas en la ciudad. Sin embargo, no obtuvieron ninguna respuesta.
El SCT reclama el traspaso de las competencias para realizar los exámenes prácticos de conducir
Además de recuperar a Olot como sede de las pruebas teóricas, el SCT aprovechó la reunión del miércoles para volver a pedir a la DGT el traspaso de las competencias para realizar los exámenes prácticos de conducir. Desde el SCT se considera que la situación actual, con interinajes y horas extras de los examinadores, no cubre las necesidades y la demanda existente, con 50.000 personas a la espera de poder realizar el examen según las estimaciones de la administración catalana . Según el gobierno catalán, la DGT admitió que Catalunya es la única comunidad autónoma donde existe un problema de esta magnitud.
