Rosvet, una empresa local, aspira a hacerse cargo de la custodia de animales y la perrera comarcal
Tras varios años de polémica y conflicto, el servicio de custodia de animales de la Garrotxa podría tener un nuevo gestor. Se trata de Rosvet, una clínica veterinaria con sede en Olot, que ha sido la única empresa que se ha presentado en el concurso público que convocó el Consejo Comarcal el pasado mes de enero. Esta empresa ofrece varios servicios veterinarios y cuenta con una plantilla de ocho profesionales. Si finalmente resulta adjudicataria, sería la primera vez que se haría cargo del servicio de animales en la comarca.
La mesa de contratación del Consell Comarcal comprobó hace una semana que sólo existía una oferta presentada y la admitió a trámite. Ahora, la mesa debe valorar la propuesta de Rosvet y se prevé que en los próximos días pueda darle el visto bueno. Así lo espera el presidente del Consejo Comarcal, Santi Reixach, quien se muestra satisfecho de que sea una empresa de la zona. “Queremos ver si antes de que acabe el mes de marzo ya podemos adjudicarle, si no hay ningún recurso. Estoy contento de que sea una empresa de aquí. Una empresa que, además, también contará con los voluntarios, ya que deben estar porque han hecho mucho trabajo”, afirma.
Un servicio rodeado de polémica desde 2020
El servicio de custodia de animales de la Garrotxa ha sido objeto de controversia desde 2020, cuando la asociación Terra Viva dejó de prestarlo después de casi diez años. El Consejo Comarcal decidió entonces renovar la licitación y se presentaron dos empresas: la asociación garrochina y la empresa de Osona Caniausa. Pero Terra Viva quedó excluida del proceso por un problema administrativo y el servicio se adjudicó a Caniausa en abril de 2021.
Sin embargo, Terra Viva no se dio por vencida y recurrió la licitación al Tribunal Catalán de Contratos, que paralizó la adjudicación durante casi un año. En el 2022, el Tribunal dictaminó que Caniausa no podía asumir el servicio porque no había acreditado su solvencia económica. Esta situación obligó al Consell a declarar desierto el concurso ya convocar uno nuevo de forma temporal y adjudicarlo directamente a un veterinario local, Xavier Lucas. Ahora, el Consell ha vuelto a convocar la licitación, a la que sólo se ha presentado Rosvet.