El Contexto Histórico
Un día como hoy, hace 384 años, se desató en Barcelona una Revolución conocida como la de los Segadors, que marcó el inicio de la Guerra de Separación de Cataluña (1640-1652/59). Esta jornada, coincidiendo con la festividad de Corpus Christi, fue nombrada el ‘Corpus de Sangre’ debido a la extrema violencia que sacudió la ciudad de Barcelona.
Los Hechos
En este conflicto, se enfrentaron el pueblo de Barcelona y los segadores procedentes de la Catalunya Vella contra el aparato hispánico en el Principado, incluyendo el virrey, sus oficiales y la soldadesca, y los jueces de la Real Audiencia.
A mediodía, el virrey hispánico Dalmau de Queralt, conde de Santa Coloma, decidió huir de la ciudad y embarcarse en la Galera Real, frente a la playa de Montjuïc, tras ver su vida amenazada. Acompañado por un grupo de caballeros del brazo militar catalán, saltó la muralla y se dirigió a la playa, donde fue hallado muerto más tarde.
Las Consecuencias
Pau Claris, presidente de la Generalitat, ordenó una investigación y ofreció una recompensa por obtener información sobre los hechos, pero sin éxito. Tres meses después, el rey hispánico Felipe IV declaró formalmente la guerra a Cataluña, culminando una larga crisis social y política provocada por la cancillería hispánica.
Una de las principales causas esgrimidas por Felipe IV para declarar la guerra fue el asesinato del virrey. Esto condujo a una intervención militar en Cataluña, la liquidación de las instituciones de gobierno catalanas y la ejecución de las clases dirigentes del país.