La Gran Expedición Real en la Primera Guerra Carlista

El Contexto de la Gran Expedición Real

Hace 187 años, en el marco de la Primera Guerra Carlista (1833-1840), una parte significativa del ejército carlista, compuesto por 22.000 hombres reclutados voluntariamente en el País Vasco, Navarra y Catalunya, cruzó el río Ebro por Xerta (Baix Ebre). Su objetivo era dirigirse hacia València y Madrid. Esta expedición, conocida como la Gran Expedición Real, fue comandada por el pretendiente Carlos de Borbón y, durante su trayecto catalán, por el general Ramon Cabrera, quien más tarde sería apodado ‘el Tigre del Maestrazgo’.

La Crisis y Cambio de Estrategia

Tras la misteriosa muerte del general Zumalakarregi en 1835, el partido de Carlos de Borbón atravesó una crisis que se prolongó durante dos años. Durante este período, los isabelinos o constitucionales obtuvieron algunas victorias significativas en el País Valencià. En medio de esta crisis, el infante Sebastián Gabriel propuso un cambio de estrategia que implicaba la reunión de un gran ejército.

La Travesía y las Decisiones Estratégicas

La expedición partió de Estella y, tras atravesar diversas regiones, se situó en el Ebro para encarar el camino hacia València. Para cruzar el río, el general Cabrera evaluó varias opciones y finalmente optó por el azud de Xerta. Al otro lado del río, derrotó a un destacamento constitucional comandado por el capitán Borso di Carminati.

La Polémica y la Inacción

A pesar de la moral alta de la tropa tras cruzar el Ebro, el ejército carlista no logró ocupar ni València ni Madrid. Esta inacción fue resultado de la estrategia conservadora impuesta por el pretendiente. El general Cabrera, insatisfecho con el resultado, se retiró e intentó sin éxito la toma de Zaragoza, para finalmente fortificarse en Morella en enero de 1838.

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