Introducción
Un año después de la entrada en vigor de las bajas por menstruación incapacitante, se tramitaron un total de 1.408 bajas con una duración media de tres días. Estos datos, facilitados por el Ministerio de Inclusión, son relevantes en el contexto del día mundial de la higiene menstrual. Aunque esta cifra representa una pequeña proporción del total de bajas iniciadas en 2023, que fue de 8,8 millones, las expertas destacan el impacto del ‘infradiagnóstico’ y el temor a la discriminación laboral como factores que han limitado el número de bajas por menstruación incapacitante (https://www.softcatala.org/resum-de-textos-en-catala/).
¿Cuándo se puede pedir?
La posibilidad de solicitar estas bajas se aprobó el 1 de junio de 2023, en el marco de la ley del aborto. Para poder pedirlas, las pacientes deben tener un diagnóstico médico de dismenorrea secundaria, que es una menstruación dolorosa asociada a patologías como la endometriosis, los miomas, la adenomiosis u otras enfermedades como la inflamación pélvica, los pólipos endometriales, los ovarios poliquísticos o dificultades en la expulsión de la sangre menstrual. La duración de la baja se extiende mientras persistan estos síntomas asociados a la menstruación, siendo la abonada la prestación económica correspondiente por la Seguridad Social desde el primer día de la baja (https://www.softcatala.org/resum-de- textos-en-catala/).
Una forma de discriminación para algunas mujeres
Desde su aprobación, las bajas por menstruación incapacitante han generado debate y polémica. La vicesecretaria de UGT, Cristina Antoñanzas, expresó su preocupación por el hecho de que esta baja podría ser una forma de discriminación para las mujeres, ya que las empresas pueden conocer el motivo de la baja a través del código utilizado por la Seguridad Social en los informes. Aunque Antoñanzas está a favor de esta baja, considera que todavía existen aspectos discriminatorios a tener en cuenta.
Falta de perspectiva de género
La secretaria de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, Carolina Vidal, critica la falta de perspectiva de género en el sistema sanitario, que se ha centrado en el estudio clínico del cuerpo masculino y ha sido lento a la hora de realizar un diagnóstico rápido. Esta falta de diagnóstico adecuado es una de las razones por las que el número de bajas por menstruación incapacitante ha sido tan bajo desde su implementación. Vidal considera fundamental luchar por el reconocimiento de esta baja laboral porque permite visibilizar las circunstancias de las mujeres y evitar la discriminación (https://www.softcatala.org/resum-de-textos-en-catala/).
Datos e impacto
Según un estudio de la consultora Kantar, el 49% de las mujeres sufren menstruaciones dolorosas y este porcentaje sube hasta el 76% en el caso de las mujeres más jóvenes. El Ministerio de Igualdad estimó que el derecho a una baja por menstruación incapacitante tendría un coste adicional máximo de 23,8 millones de euros al año. A partir de las cifras de población activa y ocupada, se calcula que un 1% de las mujeres en edad de trabajar, alrededor de 60.000, podrían sufrir estas menstruaciones incapacitantes. Sin embargo, el número de bajas ha sido muy inferior a estas estimaciones (https://www.softcatala.org/resum-de-textos-en-catala/).