La situación del uso del catalán
Nos preocupa cada vez más la disminución del uso social del catalán. Aunque los niños estudian en catalán, a menudo se relacionan y juegan en castellano. Además, muchos ciudadanos entran en un bar y realizan el pedido en castellano, sin intentar utilizar el catalán. Esto plantea la cuestión de si los camareros no pueden hablar o entender el catalán. Aquellos que defienden el uso del catalán son acusados de integristas, pero pedir una cerveza en castellano y continuar la conversación en catalán en la mesa puede parecer discriminatorio y clasista, aunque en muchos casos no sea consciente. Esta normalización de determinadas conductas sin cuestionarnos lo que estamos haciendo es un problema.
Ejemplos de normalizaciones
En los últimos años, hemos observado diversas normalizaciones que son preocupantes. Partidos políticos como Ciutadans, PP y Vox han empezado a mezclar castellano y catalán en sus intervenciones en el Parlament, provocando un cierto choque. En las series de TV3, tampoco es extraño oír diálogos en castellano, justificándolo con que son coproducciones o por razones de verosimilitud. Además, algunos autores de novela y editores han aumentado el número de títulos en catalán en los que encontramos juegos de palabras, expresiones y diálogos en español.
La importancia de la verosimilitud
Los autores y editores que defienden esta práctica argumentan que está justificada cuando la trama muestra conflicto lingüístico o cuando un personaje habla con un guardia civil o un médico que no habla catalán. No estamos diciendo que todos los personajes tengan que hablar en catalán, pero se podría transcribir en catalán y añadir una acotación para especificar cuándo un personaje habla en castellano. Esto sería una solución sencilla e indolora para evitar la pérdida de la lengua catalana en las novelas.
Conclusión
La creación literaria no debe estar limitada por ningún condicionante, pero es importante ser conscientes de las implicaciones. En el caso de los diálogos, puede encontrarse una solución sencilla e indolora para preservar la lengua catalana. Hay que hacer un esfuerzo por evitar la normalización de esta práctica y garantizar que el catalán siga estando presente en las obras literarias.