El contexto de las elecciones europeas y el debate sobre la oficialidad de idiomas
Las próximas elecciones europeas, programadas para el 9 de junio, han reavivado la discusión sobre la oficialidad del catalán, gallego y euskera en la Unión Europea. Este tema, que lleva estancado desde hace ocho meses tras cinco reuniones, ha sido defendido por España como una cuestión de identidad nacional durante las reuniones entre los 27 países miembros. A pesar de los esfuerzos del Gobierno español, varios estados, incluyendo Lituania y Suecia, han mostrado reticencias. El Gobierno ha presentado documentos para contrarrestar estas reticencias, argumentando la importancia de convertir estos idiomas en lenguas oficiales de la UE.
El camino hacia la oficialidad del catalán en la UE
El proceso para establecer la oficialidad del catalán en la Unión Europea comenzó hace casi un año, durante las negociaciones para investir a Pedro Sánchez y la presidencia semestral de España en el Consejo de la UE. A pesar de los esfuerzos del Gobierno, varios países han expresado dudas y reticencias. A pesar de presentar un memorándum con condiciones para evitar que otras lenguas pudieran utilizar el caso catalán para pedir la oficialidad, las reticencias persisten. La necesidad de dos informes, uno sobre el coste de la oficialidad y otro sobre la modificación propuesta, ha generado un estancamiento en el avance de esta iniciativa.
El catalán en el Parlamento Europeo
El proceso para avanzar en el uso del catalán en el Parlamento Europeo también se encuentra paralizado. Aunque la aprobación en el Consejo supondría el uso automático del catalán en el Parlamento, la falta de apoyo mayoritario de los vicepresidentes de la Mesa del Parlamento Europeo ha obstaculizado esta posibilidad. Los socialistas, principales impulsores de la medida junto a los Verdes/ALE, no cuentan con la mayoría necesaria para sacar adelante la propuesta.