El Partido Popular y sus propuestas para la regeneración institucional
El Partido Popular continúa su ofensiva contra el independentismo, presentando hasta 15 propuestas para la regeneración institucional y el refuerzo del Estado de derecho en el contexto de las elecciones europeas.
Aunque su líder, Alberto Núñez Feijóo, no descartó un posible acuerdo con Junts per Catalunya para impulsar una moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los populares han revelado una serie de medidas que incluyen la creación del delito europeo de traición.
Esta propuesta tiene como objetivo combatir las injerencias externas, como las de Rusia, y detener las independencias unilaterales. Se plantea tipificar como un eurodelito la traición contra la Unión Europea y sus estados miembros, castigando a aquellos que cooperen con potencias extranjeras hostiles para perjudicar la seguridad o defensa europeas, o atenten contra la integridad territorial de los estados miembros.
Vinculación del independentismo con Rusia
El Partido Popular no solo apunta a las secesiones, sino también a los partidos y líderes políticos con vínculos directos con Rusia. Se destaca la exigencia de una investigación sobre la injerencia rusa en Cataluña y el fortalecimiento del marco normativo de la UE contra el espionaje.
A pesar de las evidencias de montaje en esta trama, los populares insisten en vincular la causa independentista catalana con el Kremlin, respaldando esta postura con la resolución no vinculante aprobada por los partidos españolistas en el Parlamento Europeo.
Otras propuestas y exigencias
Además de la creación del delito europeo de traición, el Partido Popular exige explicaciones sobre el caso Pegasus y propone hacer efectiva automáticamente la euroorden para evitar más prófugos de la justicia. También plantea reformas en la Directiva Anticorrupción de la UE, el nombramiento de un coordinador de la UE para el Estado de derecho, entre otras medidas.
Estas propuestas incluyen ampliar las competencias de la Fiscalía Europea, reforzar las sesiones de control del Parlamento Europeo, y fusionar comisiones sin competencias legislativas para reducir el gasto superfluo.