Un pasado hídrico lleno de misterios
Años atrás, en una jornada especial como la del 22 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Agua en Reus. Durante estas fechas, la ciudad se viste de actos reivindicativos y sensibilización que perduran todo el fin de semana.
Un legado geográfico y cultural
Reus ha experimentado desafíos por el suministro de agua a lo largo de la historia, dado su clima mediterráneo y la carencia de precipitaciones. El pasado medieval revela la construcción de estructuras como el puente de Calderons y el acueducto de los Cinc Ponts, que evidencian la relación ancestral con el agua.
Agua, fuente de vida
La ciudad encontró en la riera del Almoster y otros recursos su fuente de agua. Con el tiempo, se desarrollaron balsas, como la del Bacalao, y proyectos como el trasvase del Ebro, que aseguraron el abastecimiento de agua potable para los reusenses.
Escenas de época
Figuras como Maria Roig, las ‘anisseras’ de la Boca de la Mina, recuerdan un pasado comercial y social vinculado al agua. La ciudad, a través de esculturas modernas, mantiene viva la memoria de antiguos oficios y tradiciones en torno al agua.
Innovación y patrimonio
La evolución de Reus se refleja en su infraestructura hídrica, desde el acueducto de los Cinc Ponts hasta el Depòsit Vell y la moderna Sala de los Lavadores. El patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad tiene agua como telón de fondo en su identidad.
Las riquezas del pasado
Las masías, los molinos harineros y las empresas tradicionales, como las de la Familia Llopis Fontana, recuerdan la prosperidad y la diversidad económica que caracterizó a Reus. El creciente consumo de agua para las industrias y las familias acomodadas marcó el desarrollo urbano de la ciudad.
Un legado vivo
Los nombres de las calles y plazas de Reus resuenan con la historia del agua: desde la plaza del Víctor hasta el Camino del Agua Nueva. El reconocimiento del pasado hídrico de la ciudad es fundamental para preservar su identidad y su legado cultural.