Introducción
El abuso sexual infantil es un problema grave que afecta a muchos niños y niñas en todo el mundo. A menudo, pensamos en los desconocidos como los principales perpetradores de este tipo de abuso, pero la realidad es que en la mayoría de los casos, el abusador es una persona del entorno familiar o conocida del niño o niña. Según un estudio realizado por Save the Children, en el 96% de los casos de abuso sexual infantil, los abusadores no tienen antecedentes penales relacionados con violencia sexual. Esto rompe la función protectora de la familia, ya que la persona que debería cuidar al niño o niña es la misma que abusa de ellos.
Las etapas del abuso sexual infantil intrafamiliar
1. Fase de seducción
La primera etapa del abuso sexual infantil intrafamiliar es la fase de seducción. Durante esta etapa, el abusador utiliza la manipulación para hacer creer al niño o niña que la situación es divertida y aceptada. Puede ofrecer recompensas, incitar a participar en juegos o hacer halagos para crear la sensación de que el niño o niña es alguien especial. El abusador manipula la dependencia y la confianza de la víctima, creando confusión y preparando el lugar y el momento del abuso.
2. Fase de interacción sexual
La segunda etapa del abuso sexual infantil intrafamiliar es la fase de interacción sexual. Durante esta etapa, el abusador lleva a cabo diferentes formas de abuso, que van desde lo no sexual, como baños o masajes, hasta lo sexual, como caricias, masturbación, sexo oral y coito anal/vaginal. El proceso de sexualización es gradual, lo que dificulta que el niño o niña distinga entre las conductas aceptables y las abusivas.
3. Fase de secreto
La tercera etapa del abuso sexual infantil intrafamiliar es la fase de secreto. Durante esta etapa, el abusador persuade a la víctima para que guarde el secreto. Puede utilizar manipulación, engaño y amenazas para lograrlo. Los niños y niñas se ven obligados a adaptarse a la situación, mientras que otros miembros de la familia pueden no estar al tanto de los hechos o incluso ser cómplices. En algunos casos, el abusador confunde a la víctima y la hace perder el sentido crítico.
4. Fase de descubrimiento o revelación
La cuarta etapa del abuso sexual infantil intrafamiliar es la fase de descubrimiento o revelación. En esta etapa, la situación puede ser descubierta accidentalmente por familiares o amigos, o puede ser revelada voluntariamente por la víctima. Algunas víctimas esperan hasta la edad adulta para revelar el abuso, mientras que otras nunca lo revelan. Es común que la familia niegue la importancia del abuso, minimice la credibilidad de la víctima e incluso la amenace para que guarde silencio. Esto puede llevar a la víctima a un estado de indefensión y pérdida de esperanza.
Conclusión
El abuso sexual infantil intrafamiliar es un problema grave que rompe la función protectora de la familia. Es importante estar atentos y proteger a nuestros niños y niñas. Romper el silencio y buscar ayuda es fundamental para prevenir y abordar este tipo de abuso.