Divergencias ideológicas a juntos
El partido juntos está en un momento de tensión interna, donde las voces de la izquierda y la derecha luchan para definir el futuro de la organización. La reciente dirección de Agustí Colomines, que está comprometida con el «socialismo democrático», contrasta con la postura más conservadora dirigida por Carles Puigdemont, que busca un giro hacia el derecho en respuesta a la nueva dinámica política.
El movimiento izquierdo de Cataluña
El movimiento izquierdo de Cataluña (MES), con el objetivo de recuperar la herencia del socialismo catalán, se ha integrado en el proyecto de juntas. Fundada en 2014, mes busca promover los valores republicanos y defender el derecho a decidir, mientras se alinea con la causa de la independencia. Su reciente alianza con juntos promete una nueva etapa de colaboración y doble militancia.
Una alianza estratégica
Con un acuerdo firmado en abril, MES y juntos han buscado una cooperación más sólida. Esta unión se basa en los objetivos comunes de la emancipación nacional, pero las tensiones internas persisten, y las colominas argumentan que la contribución de su movimiento es vital para el éxito de la causa de la independencia.
Un juego de confusión
El último Congreso de juntos buscó consolidar una identidad clara, pero ha fomentado más confusión. La coexistencia de diferentes corrientes ideológicas ha generado una dinámica errática que afecta la cohesión de la parte. La división entre los sectores más conservadores y los más progresivos se hace evidente, con acusaciones de fascismo lanzadas entre los miembros.
Contradicciones internas
La presencia de individuos con diversas ideologías, como colominas y otras figuras de partidos, ilustra la indefinición de juntos. Esta situación se complica por la centralización del poder en manos de la élite convergente, mientras que las decisiones importantes continúan tomando Waterloo, creando un contraste con su reclamo de descentralización.
El futuro de la fiesta
Con la incertidumbre que rodea, el impacto de sus luchas internas se refleja en las encuestas. La disminución de la popularidad de Puigdemont coincide con el surgimiento de cifras como Sínlvia Orriols, que aprovechan las divisiones internas para obtener apoyo. El partido pronto tendrá que decidir qué camino seguir, ya que la falta de unidad puede ser fatal en un panorama político cada vez más competitivo.