Reflexiones sobre ‘adolescencia’: entre la realidad y la ficción

Un viaje a través de la narrativa juvenil

La serie ‘Adolescente’ de Netflix ha capturado a la audiencia, especialmente entre los padres de los adolescentes. Esta producción no solo se destaca por su excelente desempeño técnico, sino también por las actuaciones memorables de Owen Cooper y Stephen Graham, quienes interpretan al hijo y al padre, respectivamente, agregan una profundidad emocional a la trama. Recomiendo verlo, preferiblemente con sus hijos, para abrir un debate sobre temas tan complejos como la agresión y la responsabilidad.

La víctima: un notable ausente

A pesar de la calidad de la serie, sus deficiencias deben abordarse. Uno de los aspectos más controvertidos es la ausencia de la perspectiva de la víctima, que está eclipsada. Aunque se refiere a su dolor a través de amigos, su experiencia directa nunca se muestra, lo que limita su comprensión de su sufrimiento. En contraste, la serie se enfoca intensamente en las consecuencias del agresor y su familia, dejando en el fondo la verdadera gravedad del trauma de la víctima.

Comprender al agresor

Elegir no mostrar la perspectiva de la víctima puede verse como un intento valiente de concentrarse en lo que un adolescente lleva a convertirse en un agresor. Esto implica explorar las raíces de la violencia que se alimenta de la dinámica patriarcal, un sistema educativo fallido y el impacto corrosivo de las redes sociales.

Redes sociales: un tema superficial

Una de las debilidades de la ‘adolescencia’ es su superficialidad en el tratamiento de las redes sociales. En lugar de explorar sus profundas implicaciones, la serie las presenta como un mal inevitable que afecta a los adolescentes. El papel de las corporaciones tecnológicas que aprovechan esta dinámica no se analiza adecuadamente, dejando de lado la discusión de la responsabilidad que tienen en la propagación de discursos nocivos.

El papel de los educadores

El escenario escolar que pinta ‘adolescencia’ está desolado. Los maestros aparecen como figuras derrotadas, sin recursos ni motivación, lo que lleva a una percepción de la educación como un campo de batalla sin espacio para el diálogo. Este retrato no solo es reduccionista, sino que también ignora a los maestros dedicados que luchan todos los días para marcar una diferencia positiva.

Una mirada crítica a la sociedad

La serie, a pesar de ser un trabajo de ficción, juega un papel importante en la construcción del discurso social. No se puede pasar por alto que, a través de su narrativa, la ‘adolescencia’ puede influir en la percepción pública de la violencia y la educación. La responsabilidad de representar la complejidad del mundo juvenil es esencial, ya que la ficción también puede contribuir a la construcción de modelos de la sociedad.

El poder de la narrativa

La forma en que ‘adolescencia’ explora los problemas de violencia y agresión nos invita a reflexionar sobre el mundo en el que vivimos. Las omisiones e interpretaciones de la serie pueden tener un impacto real en la forma en que los espectadores perciben la realidad, destacando la necesidad de un debate más profundo sobre estos temas.

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