La preferencia por vivir en áreas rurales y ciudades pequeñas
Recientemente se ha presentado la tercera oleada de la encuesta Ómnibus elaborada por el Centro de Estudios de Opinión (CEO), donde se revela que la mayoría de los catalanes prefiere vivir en pueblos y ciudades medianas o pequeñas en lugar de las grandes ciudades. Según los resultados, el 40% de los encuestados opta por vivir en un pueblo, mientras que el 36% elige ciudades medianas o pequeñas. Por otro lado, solo el 15% de los catalanes prefiere vivir en grandes ciudades
El aumento de la migración hacia áreas rurales
Un estudio realizado por el Instituto Metrópoli, por encargo del Plan Estratégico Metropolitano de Barcelona (PEMB), la Asociación de Iniciativas Rurales de Cataluña (ARCA) y la Asociación Catalana de Municipios (ACM), revela que en los últimos años ha habido un incremento en la migración de la población de las áreas urbanas hacia áreas rurales en Cataluña. Se estima que en los próximos cinco años, al menos unas 70.000 personas migrarán de las áreas urbanas de la región metropolitana de Barcelona hacia áreas semidensas o rurales
Motivos para abandonar la ciudad
Según la encuesta de cohesión urbana realizada por el Instituto Metrópoli, casi la mitad de la población que decide abandonar la ciudad y mudarse a áreas semidensas o rurales lo hace principalmente para mejorar su vivienda y/o el entorno residencial. Este motivo es citado por el 47,3% de los encuestados. Otro 35,4% menciona que lo hace para formar un hogar u otros motivos familiares, mientras que solo un 8,1% lo hace por motivos laborales y un 7,5% por motivos económicos relacionados con la vivienda
Proyecciones de migración hacia áreas semidensas o rurales
Basándose en los resultados de la encuesta, se estima que entre los años 2023 y 2027 aproximadamente 70.000 personas migrarán de las áreas urbanas a áreas semidensas o rurales. De estas, 51.000 personas se trasladarán a otros lugares dentro de la región metropolitana, mientras que 18.000 se mudarán a municipios en el resto de Cataluña. Es importante destacar que esta decisión es respaldada por un gran número de personas, ya que en 2022, alrededor de 250.000 residentes de las grandes ciudades del área metropolitana de Barcelona expresaron su deseo de vivir en municipios más pequeños, semidensos o rurales
Desafíos de vivir en áreas semidensas o rurales
Vivir en áreas semidensas o rurales de la región metropolitana de Barcelona presenta algunos desafíos. Estas áreas tienen una cobertura de servicios y equipamientos claramente inferior en comparación con las áreas urbanas. Por ejemplo, solo el 7,9% de los residentes tienen un centro de atención primaria a menos de 500 metros, y la disponibilidad de transporte público es limitada Además, se observan diferencias en cuanto a la compra de ropa y calzado, así como en la participación en actividades culturales. Muchos residentes de estas áreas realizan estas actividades fuera de su municipio de residencia. Además, la mayoría de las personas que viven en áreas semidensas o rurales tienen que desplazarse a otros municipios para trabajar
Riesgos y recomendaciones
El Instituto Metrópoli destaca que estas migraciones hacia áreas rurales conllevan ciertos riesgos que deben ser considerados. Es importante evaluar el impacto que estas llegadas pueden tener en la población local en términos de precios de vivienda y posibles conflictos de convivencia. Además, existe la posibilidad de que estas áreas rurales se conviertan en municipios dormitorio, lo cual podría generar un modelo de movilidad poco sostenible. Por lo tanto, se recomienda impulsar la descentralización de la actividad económica y cultural, mejorar la oferta de transporte público y fomentar el teletrabajo como medidas clave para reducir los riesgos asociados a este desplazamiento poblacional de la ciudad hacia municipios más pequeños