El presidente defiende que las cuentas son las mejores para la ciudadanía y que nada tienen que ver con el proyecto de ocio y turismo
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha hecho una comparecencia desde la Galería Gótica para presentar el proyecto de presupuestos para 2024, que hoy mismo aprobará el Govern en una reunión extraordinaria. Aragonés hizo un llamamiento a los comunes para que apoyen las cuentas, que ya cuentan con el visto bueno del PSC, y aseguró que no incluyen «ni un solo euro» ni ninguna medida relacionada con el Hard Rock, el proyecto de ocio y turismo que los comunes rechazan y han puesto como condición para negociar los presupuestos. «No hay ningún motivo para no aprobarlos. No podemos poner en riesgo el proyecto por las diferencias al respecto», ha dicho Aragonès, quien ha recordado que el Hard Rock no depende del Gobierno, sino de los «promotores privados».
Los presupuestos todavía no tienen asegurada su aprobación, ni siquiera su tramitación. Los comunes, que han apoyado -con votos favorables o abstenciones- a todos los presupuestos aprobados por el Parlament desde 2017, no quieren que sus votos sean tomados por garantizados. Por eso, esta vez, más que nunca, han trazado una línea roja inamovible: que Aragonès renuncie al plan director urbanístico (PDU) que permitiría al Hard Rock. Sin eso, aseguran, no habrá presupuestos. Su bandera es la climática, contra modelos vinculados al ocio y al turismo en un contexto de emergencia por la sequía.
Los presupuestos más altos y sociales de la historia
El presidente defendió que los presupuestos son una oportunidad para hacer realidad demandas muy compartidas por la sociedad. «Se destinan todos los recursos para mejorar la vida de la gente», ha afirmado el presidente, quien ha destacado la necesidad de «avanzar». «Cada año hemos dedicado muchos esfuerzos para que los presupuestos fueran una realidad. Son la mejor herramienta para aprovechar al máximo los recursos de que disponemos», ha dicho el líder de ERC, quien ha reivindicado haber «superado» los recortes. «Se han movilizado más recursos que nunca para hacer escuelas, construir hospitales y hacer infraestructuras», ha explicado Aragonès, que ha calificado los presupuestos como los «mejores posibles» pese al déficit fiscal.
Los presupuestos, de 43.700 millones, son los más elevados de la historia. Son 2.400 millones más que el año anterior, con prioridad social pero también «emprendedora». Ha situado como prioridades contratar a profesionales de la salud, reducir las listas de espera, contar con más docentes -especialmente en el ámbito de la escuela inclusiva- e impulsar mejoras educativas a través del comité de expertos. El proyecto también debe servir para la reindustrialización y para la investigación. Quim Nadal, consejero de Investigación y Universidades, ha estado presente en la Galería Gótica, sentado junto a Natàlia Mas, la consejera de Economía que ha elaborado los presupuestos y que los tenía preparados desde hace semanas.
El 52% ya es historia
La negociación entre ERC y Junts para formar Govern tras las últimas elecciones, complicada y al límite del plazo, ya sirvió como advertencia de que el 52% conseguido en las urnas por el bloque independentista no tendría una traducción demasiado efectiva. Los primeros presupuestos ya se aprobaron con los comunes -la CUP, pese a investir a Aragonès, se apartó- y la marcha voluntaria de Junts del executiu abrió un nuevo escenario de alianzas fruto del abandono de las dinámicas que había perpetuado el proceso. Ahora, por segundo año consecutivo, es el PSC quien se perfila como socio del Govern en unas cuentas que, a diferencia de años como el 2017, ya no contienen ningún anexo político sobre objetivos nacionales o grandes proyectos como un referendo. El cambio de etapa, entre Barcelona y Madrid, se ha consolidado a la espera de que se logre la amnistía.
