La educación, un ámbito resistente al cambio
La educación es un sector que se caracteriza por su inercia y dificultad para adaptarse a los nuevos tiempos. Esto ocurre en Cataluña y en todo el mundo. Sin embargo, hay quienes han intentado impulsar reformas educativas de gran alcance, con la intención de cambiar radicalmente el modelo escolar. Un ejemplo de ello fue el Programa Escuela 2.0, que se puso en marcha en 2009 con un gran despliegue de recursos económicos y tecnológicos, y que pretendía equipar con ordenadores a millones de estudiantes y miles de docentes. Según algunos de sus impulsores, que participaron en un encuentro en Madrid en el 2011, se trataba de introducir un caballo de Troya en la escuela, para removerlo de arriba abajo y acelerar los cambios según los nuevos paradigmas. Pero la realidad fue otra, y como hemos visto en otros casos más recientes, este tipo de iniciativas suele provocar problemas añadidos que impiden alcanzar el objetivo propuesto.
La educación en Cataluña, un transatlántico con una ruta definida
Podemos comparar el sistema educativo de Cataluña con un transatlántico lleno de pasajeros. Tiene un destino marcado. Por su tamaño, estos barcos no pueden cambiar fácilmente de dirección. Por eso, sus navegantes necesitan tener una buena información sobre todo lo que ocurre, y que sea relevante para llegar al sitio deseado. Esto implica prever escenarios y tomar decisiones a tiempo, para solucionar los problemas y no apartarse del camino establecido. Dejando a un lado la metáfora, la LEC de 2009 establece como uno de los objetivos principales garantizar el éxito educativo de todos los alumnos, teniendo en cuenta la realidad personal, socioeconómica y cultural de cada uno. Los indicadores que tenemos muestran que esto es una utopía, de momento. Los datos de abandono escolar prematuro, el resultado de las pruebas de competencias básicas de sexto de EP y cuarto de ESO y el de las pruebas internacionales de competencia lectora PIRLS así lo confirman. En este contexto, PISA 2022 no debería ser una sorpresa para nadie algo informado sobre la situación en Cataluña.
¿Qué hacer? Un diagnóstico claro y unas políticas educativas adecuadas
Para afrontar los retos de la educación en Cataluña, lo primero es tener un diagnóstico claro de la situación, sin prejuicios ni improvisaciones. Un análisis DAFO que mostrara Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Si no se ha hecho, de nada sirve inventar. El sistema educativo es un organismo vivo y complejo, con muchas ramas y contrastes internos. Con el análisis realizado, es necesario tener sentido de lo esencial. Esto es enfocar la principal problemática, diseñando políticas educativas bien orientadas, y basadas en experiencias internacionales exitosas, en la investigación más relevante y en la opinión de los maestros y profesores que están cada día en las aulas. Y todo esto acompañado de una evaluación periódica del estado de la cuestión. Así es como algunos países como Portugal han mejorado la calidad del aprendizaje de sus alumnos.