Todo es complicado
El Instituto de Estadística de Cataluña (Idescat) hizo público el lunes los resultados de la encuesta de condiciones de vida de 2023. Si bien el primer titular que se desprende es que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social, con el 24,4%, se situó tres décimas por debajo de la de 2022, enseguida aparece otro menos esperanzador: aumenta el porcentaje de población que vive en situación de privación material y social severa (cerca del 9% contr 8% del año anterior). Algunos indicadores sobre el nivel de esta privación en los hogares ayudan a entender mejor de lo que hablamos: el 36% de la población no puede hacerse cargo de gastos imprevistos superiores a 800 euros, el 20% no puede mantener el hogar a una temperatura adecuada, el 12% acumula retrasos en el pago de los gastos relacionados con la vivienda y cerca del 30% no puede permitirse ni una semana de vacaciones al año. Unos datos que contrastan con el incremento del número de familias que llegan con facilidad a finales de mes: el 53,1%, por el 51,2% del 2022. A esto se le llama polarización: los pobres son cada vez más pobres y los ricos también lo son más. La aplicación del 21% de IVA en el recibo de la electricidad y el posible aumento del canon del agua no ayudará a las personas más vulnerables. Todo cuesta mucho y cada día más.
Una realidad compleja
La realidad social y económica actual es compleja y llena de desafíos. Los datos de la encuesta de condiciones de vida de 2023 muestran una situación preocupante, con un aumento de la privación material y social severa y una polarización cada vez mayor entre los más ricos y los más pobres. Estos datos ponen de manifiesto la necesidad de tomar medidas para abordar estas desigualdades y garantizar una sociedad más justa y equitativa.
Gastos imprevistos
Uno de los indicadores que reflejan la privación material es la capacidad de hacer frente a gastos imprevistos. Según la encuesta, el 36% de la población no puede hacerse cargo de gastos imprevistos superiores a 800 euros. Esta situación pone de manifiesto la fragilidad económica de muchas familias y la dificultad de afrontar situaciones imprevistas.
Dificultades para mantener el hogar
Otro indicador relevante es la capacidad de mantener el hogar a una adecuada temperatura. Según la encuesta, el 20% de la población no puede mantener su hogar a una temperatura adecuada. Esta situación pone de manifiesto las dificultades que muchas familias tienen para satisfacer sus necesidades básicas y garantizar un adecuado nivel de vida.
Retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda
Otro aspecto preocupante es la acumulación de retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda. Según la encuesta, el 12% de la población acumula retrasos en el pago de los gastos relacionados con la vivienda. Esta situación pone de manifiesto las dificultades económicas que muchas familias enfrentan y su vulnerabilidad en el mercado de vivienda.
Dificultad para disfrutar de vacaciones
Por último, la encuesta pone de manifiesto la dificultad que muchas familias tienen para disfrutar de unas vacaciones. Cerca del 30% de la población no puede permitirse ni una semana de vacaciones al año. Esta situación refleja las desigualdades sociales y económicas y la dificultad de acceder a oportunidades de ocio y descanso.
Conclusión
Los datos de la encuesta de condiciones de vida de 2023 ponen de manifiesto una realidad preocupante: el aumento de la privación material y social severa y la polarización entre los más ricos y los más pobres. Es necesario tomar medidas para abordar estas desigualdades y garantizar una sociedad más justa y equitativa. Todo cuesta mucho y cada día más, y es responsabilidad de todos trabajar por cambiar esta realidad.