La carrera por la Casa Blanca entra en una fase decisiva con la celebración del ‘supermartes’, el día con más elecciones primarias internas de los partidos republicano y demócrata. Este martes, 15 estados y un territorio elegirán a sus delegados para las convenciones que designarán a los candidatos oficiales a la presidencia de Estados Unidos, que se celebrará el 5 de noviembre.
Un tercio de los delegados en juego
Los resultados de este martes podrían ser clave para definir quiénes serán los rivales que se enfrentarán por ocupar el despacho oval. Entre los estados que votan se encuentran dos de los más poblados y con mayor peso político: California y Texas. Los demócratas reparten 424 delegados en California y 244 en Texas, mientras que los republicanos asignan 169 y 161, respectivamente. En total, están en juego más de un tercio de los delegados necesarios para conseguir la nominación de cada partido.
Trump y Biden, los favoritos
En cuanto a los candidatos, tanto el expresidente Donald Trump como el actual mandatario Joe Biden parten como favoritos para ganar a la mayoría de los estados y consolidarse como líderes de sus formaciones. Trump solo tiene como rival a la ex embajadora ante la ONU Nikki Haley, que sorprendió con una victoria simbólica en Washington DC, una ciudad de mayoría demócrata y con un electorado republicano más moderado. Biden, en cambio, debe hacer frente a dos adversarios: el senador Bernie Sanders y el ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg.
La remontada de Biden
Biden logró una victoria abrumadora en Carolina del Sur el pasado sábado, que le dio un impulso de confianza y le situó como principal alternativa a Sanders, que había ganado en Nevada, New Hampshire e Iowa. Además, Biden recibió el apoyo de dos exrivales que se retiraron de la carrera: Pete Buttigieg y Amy Klobuchar. Bloomberg, que se presenta por primera vez en las primarias, espera captar el voto moderado y urbano con una campaña multimillonaria.
La fuerza de Sanders
Sanders, que se define como socialista democrático, está apoyado por los sectores más progresistas y jóvenes del partido, así como por las minorías étnicas. Su discurso contra las élites y en favor de una sanidad y una educación públicas y universales le ha valido una gran popularidad. Sanders espera ganar en California, donde las encuestas le sitúan por delante de Biden, y competir en Texas, donde la diferencia es más ajustada.