¡Déjese de puñetas!
La legislatura española sólo tiene que durar si tramita la ley del referendo
Desde Chile el viernes, como desde Marruecos hace quince días, Sánchez ha presumido. Se eriza espoleado por el acuerdo de la ley de amnistía del jueves. Dijo que hay gobierno por rato. Cuatro años de gobierno progresista le pese a quien le pese y sin tener en cuenta que a quien le puede pesar, y mucho, es a sí mismo y al PSOE todo. El ataque de chulería no ha ido más lejos. El sábado, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, ya le dijo que no vaya tan fuerte, que quizás sí o que quizás no. Que el PNV tiene muchas dudas de que aguante cuatro años, y que tampoco tiene claro al cien por cien que pete. Que depende. Los vascos ya lo tienen. Como los de Bilbao nacen donde quieren, los del PNV están por hacer flotar al gobierno español hasta que encuentran más atractivos en la orilla derecha que en la orilla izquierda. O viceversa. Insinúan, esconden, presuponen… Depende de lo que se juegan. No es la estrategia Aragonés, que juega a presupuestos con las cartas vistas. O Yolanda Díaz hace bajar del caballo a Jéssica Albiach oa Madrid tendrán que prorrogar. Mamá, miedo! En Madrid tienen tres años. A la Generalitat le va de meses y le basta para acabar de desangrar a Aragonés. ¿Y el referéndum? ¿Sabéis qué, líderes independentistas? ¡Déjese de puñetas! La legislatura española sólo debe durar si se tramita una ley para el referendo de autodeterminación. ¡Escatémoslo ya! ¡O ley para el referéndum o Sánchez a elecciones! ¡Basta de hacer el pincho gracias a los votos independentistas!