Un símbolo de resistencia
Desde el mismo momento de su ejecución a garrote vil, la figura de Salvador Puig Antich quedó arraigada en el imaginario colectivo. Desde entonces, hace 50 años, primero de manera todavía medio clandestina, y poco a poco cada vez más presente, su nombre, el itinerario vital y, sobre todo, la muerte cruel bajo las garras de la dictadura se convirtieron. en un símbolo, un icono y en algunos momentos, incluso en un mito con una potente carga histórica.
Un personaje casi familiar
Puig Antich presentaba todos los ingredientes para convertirse en un icono: la generosidad idealista, la juventud, la autenticidad, la epopeya de la lucha contra el franquismo, la serenidad con la que se enfrentó el destino fatal. Además, Salvador murió víctima de una dictadura que agonizaba pero estaba dispuesta a morir matando. El componente de revancha explícita de un régimen que había sufrido el golpe del atentado contra Carrero hicieron aún más injusta la brutal ejecución a garrote.
Presente en la cultura y las artes
Desde entonces, Puig Antich ha estado presente, como un personaje casi familiar por mucha gente. Impresiona comprobar su presencia en muchos ámbitos de la cultura y las artes.
Presente en el verso y la canción
Sin duda, el poema más conocido inspirado en el asesinato legal de Puig Antich es el de Vicent Andrés Estellés. Es un largo poema, titulado así, Puig Antich, escrito bajo el impacto de la ejecución. La canción Margalida, de Joan Isaac, de 1976, es el gran tema musical vinculado a Puig Antich.
La película Salvador (2006)
La película Salvador, dirigida por Manuel Huerga, supuso la irrupción ambiciosa del caso en la gran pantalla y contribuyó a dar a conocer ese episodio histórico a una generación que no había vivido el franquismo.
Una bibliografía cada vez más rellena
Desde entonces, se ha publicado una bibliografía que ya empieza a ser relevante. Aparte del mencionado libro de Escribano, cabe recordar La torna de la torna (Empúries, 1985), una investigación del caso firmado por el nombre colectivo Carlota Tolosa.
Joan Miró y la esperanza
Hay un hilo directo que ata la muerte de Puig Antich con el pintor Joan Miró. Desde finales de los 60, el artista estaba trabajando en una obra inspirada en el sentimiento que sentían quienes eran condenados a muerte en España y esperaban su suerte apegados a la última esperanza de un indulto.