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La inseguridad de los hombres que necesitan un champú de tigre

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Un producto que refuerza la masculinidad hegemónica

Existe un champú para hombres que promete darles energía y vitalidad. Su nombre es La fuerza del tigre y su envase es de color negro con un tigre azul que salta. Es una creación de la marca Natura Siberica, que tiene una línea de productos para mujeres con tonos pastel como el lila o el azul celeste. Pero los hombres deben demostrar que son fuertes y valientes, y por eso necesitan un champú de tigre. Así se lo vende el patriarcado, que les impone unos roles y estereotipos que les perjudican tanto como a las mujeres.

El miedo a parecerse a las mujeres

Para cumplir con los cánones de la masculinidad hegemónica, que es la forma de ser hombre que legitima el poder de los hombres sobre las mujeres y el resto de hombres, los hombres deben renunciar a cualquier cosa que pueda asociarles con la feminidad. Esto significa que deben reprimir sus emociones, que deben ser duros y resilientes, que deben ser los proveedores y los protectores… Y que deben tener miedo a la guerra, pero no deben mostrarlo. Ese miedo a ser como las mujeres, que son consideradas débiles y frágiles, es lo que se conoce como masculinidad frágil.

Las consecuencias de la masculinidad frágil

La masculinidad frágil no sólo afecta a los hombres, sino también a las mujeres y la sociedad en general. Cuando un hombre se siente amenazado en su identidad masculina, puede reaccionar de forma violenta y agresiva. Esto puede provocar situaciones de violencia de género, de bullying, de racismo, de homofobia… El psicólogo Alejandro Vera explica que el modelo de hombre fuerte, valiente… que debe ocultar emociones como la ansiedad, la inseguridad… les hace crecer con miedo a la feminidad. Llevar una prenda rosa o dar un abrazo a un amigo no son actitudes aceptadas dentro de los comportamientos masculinos.

Un ejemplo de la masculinidad frágil en el cine

En 2023 se estrenó la película Joc net, que narra la historia de un matrimonio que trabaja en la misma empresa. Ella tiene más éxito y más reconocimiento que él, lo que le hace sentir inferior y envidioso. Él empieza a molestarla, insultarla y finalmente a agredirla físicamente. Muchos medios presentaron la película como erótica, pero en realidad es una crítica a la masculinidad frágil y sus consecuencias.

La necesidad de una nueva masculinidad

Por suerte, cada vez hay más hombres que cuestionan la masculinidad hegemónica y que buscan una forma de ser hombre más libre y más respetuosa consigo mismo y con los demás. Hombres que no necesitan un champú de tigre para sentirse bien, sino que se aceptan cómo son y que expresan sus emociones sin miedo. Hombres que hacen de padres sin que nadie les diga que hacen de canguros, como le ocurrió a un amigo mío cuando un señor mayor le vio con su hijo en la mochila. Hombres que están seguros de su masculinidad sin que sea frágil.

La inseguridad de los hombres que necesitan un champú de tigre

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Un producto que promete energía y fuerza a los machos alfa

Existe un champú para hombres llamado La furia del tigre y que pretende transmitir una sensación de energía y fuerza a sus usuarios. Quizás ya haya oído hablar de ello. Es de la marca Natura Siberica y tiene un diseño muy impactante, con un tigre de color azul intenso sobre un fondo negro. Si compara este producto con los que ofrece la misma marca para mujeres, verá que los colores son mucho más suaves y delicados, como el azul cielo o el lila.

¿Por qué esa diferencia tan marcada? ¿Por qué los hombres deben ser tigres y las mujeres flores? La respuesta es que el patriarcado, el sistema que privilegia a los hombres poderosos y que oprime a las mujeres, también tiene un coste para los propios hombres. Un coste que se manifiesta en la presión por adaptarse a los estándares de la masculinidad hegemónica, es decir, la forma de ser hombre que se considera la más deseable y la más normal.

El miedo a parecerse a las mujeres

La masculinidad hegemónica exige a los hombres que sean fuertes, valientes, competentes, racionales y que no muestren sus emociones ni sus debilidades. También les pide que eviten cualquier comportamiento o actitud que pueda asociarse con la feminidad, como llevar ropa de color rosa, abrazarse con un amigo o cuidar de sus hijos. Esto hace que muchos hombres vivan con el miedo a no ser suficientemente hombres, a no cumplir con las expectativas sociales, a ser rechazados o ridiculizados. A ese miedo se le llama masculinidad frágil.

¿Qué significa frágil? Según el diccionario, frágil es lo que puede romperse fácilmente o lo que es débil. Este adjetivo se ha utilizado durante mucho tiempo para describir a las mujeres, como objetos delicados y sin fuerza. Pero, ¿alguien puede creer aunque las mujeres son frágiles? ¿Alguien puede negar que las mujeres han resistido y luchado contra todo tipo de adversidades? Quizá deberíamos reír para no llorar.

Las consecuencias de la masculinidad frágil

La masculinidad mal entendida no sólo es frágil, sino también peligrosa. Para mantener su autoestima y su identidad, algunos hombres recurren a productos como el champú de tigre, que les hacen sentirse más seguros de sí mismos. Pero otros hombres pueden reaccionar con violencia ante cualquier situación que cuestione su superioridad o su autoridad, como por ejemplo, que una mujer tenga más éxito profesional que ellos, que les pida respeto o que les plante cara. Esta violencia puede ser física, psicológica o sexual, y puede llegar a extremios como el feminicidio.

Un ejemplo de esta violencia puede verse en la película Joc net, estrenada en el 2023. El filme narra la historia de un matrimonio que trabaja en la misma empresa. Cuando ella consigue un ascenso muy importante y él se queda atrás, él comienza a sentirse frustrado y humillado, y termina agrediéndola de varias formas. La película no es una fantasía erótica, como algunos han querido venderla, sino crítica a la masculinidad frágil.

La necesidad de una nueva masculinidad

Por fortuna, no todos los hombres son así. Hay hombres que han entendido que la masculinidad no es algo fijo e inmutable, sino que se puede construir de distintas formas, más libres y más igualitarias. Hombres que no temen mostrar sus emociones, compartir las tareas domésticas, respetar a las mujeres y reconocer sus diversidades. Hombres que no necesitan un champú de tigre para sentirse bien consigo mismo.

Uno de esos hombres es un amigo mío que salió a pasear con su hijo en la mochila. Un señor mayor le detuvo y le preguntó si estaba haciendo de canguro. Él le respondió, muy tranquilo, que estaba haciendo de padre. Y es que los hombres necesitan estar muy convencidos de la nueva masculinidad para que no les quede frágil.

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