La muerte de Navalni y sus circunstancias
La muerte de Navalni ha conmocionado a gran parte de la población rusa. El opositor por excelencia del actual presidente, Vladímir Putin, falleció hace unas semanas en una cárcel en la colonia de Kharp, una población en el norte de Rusia, a poco menos de 60 kilómetros del círculo Polar Ártico, condenado a 19 años por extremismo. Aunque las autoridades rusas apuntaron que era por causas naturales, sus seguidores acusan al gobierno de Putin de haber asesinado a su opositor.
Por si la tensión no fuera suficiente, durante el funeral que se ha hecho en memoria de Aleksei Navalni, se han detenido a un total de 128 personas, entre ellas dos menores y una periodista que intentaban acceder a la celebración. Las autoridades rusas no han hecho públicas las detenciones, pero las propias víctimas han asegurado que era porque querían asistir al funeral.
La represión y las detenciones masivas
La ONG OVD-Info, especializada en el seguimiento de detenciones, ha señalado que el mayor número de detenidos se ha registrado en Novosibirsk, con al menos 31 arrestos, así como en otros lugares, como Ekaterimburgo, con 19, y Moscú, con 17. También ha habido detenidos en Voronezh, San Petersburgo, Cheliabinsk, Astracan o Kazán. Desde todas estas ciudades se quería llegar al funeral del opositor, lo que no ha sido posible para más de un centenar de personas a causa de las fuerzas rusas.
La represión no sólo se ha dirigido a las personas que querían asistir al funeral, sino que también ha afectado a las autoridades religiosas encargadas de oficiar la celebración. Fuentes de la ONG OVD-Info aseguraron que el funeral duró tan sólo 20 minutos porque ‘se vieron presionados para acortar’ el evento.
Detención de un asesor del opositor ruso
Además de las detenciones masivas, se informó de que Pavel Sichev, asesor del opositor Boris Nadezhdin, también fue detenido. Sichev es crítico con la invasión rusa de Ucrania y su candidatura a las presidenciales de marzo ha sido rechazada por la Comisión Electoral.
Así pues, la muerte de Navalni y sus repercusiones en Rusia han generado una gran tensión y represión por parte del gobierno de Putin, afectando tanto a los seguidores de Navalni como a las autoridades religiosas y asesores del opositor.
