La casa real británica intenta acabar con los rumores sobre el estado de salud de la Princesa de Gales, pero su reaparición en una imagen retocada provoca mayores dudas
La princesa Catherine fue operada de una afección abdominal el pasado enero y desde entonces no se había sabido nada más de ella. Hasta que este domingo 10 de marzo, el Palacio de Kensington publicó una fotografía suya en las redes sociales para celebrar el día de su madre en Reino Unido. Sin embargo, la imagen no ha conseguido tranquilizar a sus seguidores, sino todo lo contrario. Varios indicios muestran que la fotografía ha sido manipulada y ha generado todo tipo de rumores sobre la familia real.
Una fotografía llena de errores
En la fotografía, la princesa Catherine aparece sonriendo junto a su marido, el príncipe Guillermo, y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis. Pero si se mira con atención, se pueden apreciar varios detalles que revelan que la imagen ha sido editada. Lo primero es que la Princesa de Gales no lleva el anillo de casada, lo que ha hecho surgir especulaciones sobre una posible crisis matrimonial. El segundo es que la manga de su hija Charlotte tiene una forma extraña, como si hubiera sido recortada. Y el tercero es que en la parte inferior izquierda, detrás de su hijo pequeño Louis, hay una zona borrosa que denota una mala edición.
Unas explicaciones poco convenientes
Estos errores en la fotografía han aumentado las preguntas sobre la salud de Kate Middleton, de 42 años, y la situación de la corona británica. La casa real había anunciado que la evolución médica de la Princesa de Gales sería privada y que sólo se informaría cuando hubiera alguna novedad relevante. Por eso, su reaparición en una imagen retocada ha sorprendido a todo el mundo y ha hecho pensar que hay algo que se esconde. Ante esta polémica, Catherine ha escrito un post en X (antes Twitter) donde ha dicho que ella misma editó la fotografía, porque le gusta «experimentar con la edición». También ha añadido que pasó el día de la madre con toda su familia y que la fotografía la tomó su marido, el príncipe Guillermo. Pero estas explicaciones no han convencido a muchos de sus seguidores, que siguen preocupados por su estado y futuro.
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