Una relación bajo el escrutinio público
Mucho se habla de la relación entre Felipe y Letizia, desde que Jaime del Burgo destapó la posible verdadera razón de su gran crisis, los reyes están en el foco mediático. Todos sus gestos se analizan con lupa hasta el último detalle. Según el abogado, la reina habría sido infiel al rey con él. Se conocieron a principios de los 2.000 y rompieron en el 2003, pero un año después de la boda de los reyes volvieron a reencontrarse. La entonces princesa se hallaba superada por la situación. Veía que no pertenecía a ese mundo, la ambición por convertirse en la mujer más poderosa del país le pudo. Estuvo a punto de marcharse con Jaime del Burgo a Miami, pero en aquella época ya había nacido Leonor y no podía irse sin ella.
Una relación marcada por la desconfianza
Letizia estuvo a punto de divorciarse incluso en dos ocasiones, Felipe ya no se fiaba de la madre de sus hijas, y es que nunca puede perdonar a una mentira. Los reyes han intentado poner solución a sus problemas sin éxito. Desde 2013 harían vidas separadas. No duermen en la misma habitación, ni hacen planes juntos si no es para concluir rumores ante las cámaras. Todas las escapadas son con amigos, cada uno con los suyos. Este último año, desde que Leonor y Sofía no viven en palacio la relación está aún más rota. El rey confesó ante la prensa que la vida se había vuelto mucho más aburrida.
El cese de la convivencia
Casa Real prohibe a Felipe y Letizia divorciarse, sin embargo ambos habrían decidido cesar la convivencia siguiendo el ejemplo de Juan Carlos y Sofía. Después de todo el revuelo generado con Jaime del Burgo, Zarzuela cree que sería conveniente que los reyes anunciaran definitivamente el cese de la convivencia, pero es algo que podría no suceder hasta que sus hijas sean mayores de edad, esto sucederá. abril de 2025.
Una relación en crisis
Según Pilar Eyre, el matrimonio estaría totalmente roto. «Yo ahora lo que veo es que Letizia sufre una soledad enorme. La reina está siendo atacada y se están diciendo cosas de ella que le deben hacer mucho daño como mujer y como reina. No veo que nadie de la suya familia, ni su marido ni los monárquicos salgan a defenderla», afirma Eyre. «Viendo sus actitudes, creo que este matrimonio está pasando una sacudida tremenda porque la complicidad y las miradas que se dedicaban al principio ya no están. Quizás antes también era un cuento, ahora me lo planteo… Pero es que ahora no ni siquiera hacen el esfuerzo de fingir que tienen buena relación».