La situación política y las elecciones presidenciales
En las próximas elecciones presidenciales en Rusia, todo está previsto para que Vladimir Putin obtenga un soporte de entre el 70 y el 80%. Las autoridades han permitido la participación de candidatos de tres partidos de la oposición tolerada, pero han prohibido otras candidaturas, incluida la del opositor Boris Nadejdin. Las elecciones serán un trámite y todo está diseñado para garantizar la victoria de Putin.
La popularidad de Putin
La popularidad de Putin se basa en la percepción de cierta grandeza rusa y un progreso económico. Después de una década difícil en los noventa, los rusos valoran la estabilidad y el orden que Putin ha proporcionado. Además, el Kremlin hizo coincidir las elecciones con el décimo aniversario de la anexión de Crimea, un momento que aumentó la popularidad de Putin.
La represión y la situación en Ucrania
En los últimos años, Rusia ha experimentado una creciente represión y cierre del sistema. Más de 116.000 personas han sido objeto de represión judicial por criticar el poder establecido o participado en manifestaciones. Además, hay 682 prisioneros políticos y 41 periodistas encarcelados. La situación en Ucrania también ha influido en las elecciones, ya que las fuerzas rusas han logrado reanudar la iniciativa en el conflicto.
El futuro del régimen ruso
El futuro del régimen ruso está ligado al destino de la guerra en Ucrania. Las elecciones presidenciales en Estados Unidos son también importantes para Rusia, ya que un posible triunfo de Trump reforzaría la autocracia y el aislacionismo en EEUU. El traspaso de poderes tras el mandato de Putin es un misterio, puesto que el sistema se ha vuelto muy dependiente de su figura.
Conclusión
Las próximas elecciones presidenciales en Rusia están diseñadas para garantizar la victoria de Vladimir Putin. Su popularidad se basa en la percepción de cierta grandeza rusa y un progreso económico. A pesar de la creciente represión y la situación en Ucrania, el régimen ruso sigue manteniendo el control. El futuro del régimen está ligado al destino de la guerra en Ucrania y al traspaso de poderes después del mandato de Putin.