La situación actual
Después de que los focos se centraran en el exministro José Luis Ábalos -en pleno divorcio con el PSOE-, ahora es la presidenta del Congreso, Francina Armengol, quien nota el aliento de la oposición, que trata de sacar provecho de los efectos nocivos para los socialistas de la trama de presunto enriquecimiento ilícito a través de la compra de mascarillas en plena pandemia.
La defensa de la presidenta del Congreso
Armengol compareció este martes por la mañana en el Congreso para defender que, cuando presidía el gobierno balear, actuó «legalmente» con la compra de mascarillas en la empresa Soluciones de gestión, vinculada al caso Koldo, y negó cualquier vínculo con la trama .
La respuesta a las acusaciones del PP
El PP le había pedido que dimitiera tras atribuirle un «papel clave» en la trama. La presidenta de la cámara baja ha pedido «responsabilidad» a los populares.
La defensa de las acciones durante la pandemia
Armengol ha mantenido que ni ella ni ningún integrante de su gobierno «está siendo investigado», y ha recordado que la compra de mascarillas durante la pandemia se hizo en un contexto de dificultad y urgencia.
Los esfuerzos por dotar a Baleares de material de protección
La presidenta del Congreso ha explicitado los esfuerzos hechos para dotar a Baleares de material de protección en plena pandemia, recordando que el gobierno que presidía hizo todo lo posible por pedir la devolución del dinero de unas mascarillas compradas como FFP2 pero que después sólo servían como «quirúrgicas».
La postura ante las acusaciones
Perseguida por la oposición, la presidenta del Congreso ha sido tajante sobre su comportamiento y ha enviado un mensaje al PP: «No dejaré que manchen mi nombre ni mezclen mi nombre, mi gestión y la de mi gobierno a nada que se parezca a la corrupción».
Visiblemente molesta y nerviosa, Armengol ha argumentado que «volvería» a actuar como lo hizo en ese momento, defendiendo la actuación de su ejecutivo.