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El Centro Parroquial y sus actividades en la Escolanía

by PREMIUM.CAT

El Centro Parroquial: un espacio lúdico y de colaboración

El Centro Parroquial siempre ha tenido un papel destacado en las actividades de la Escolanía. Aunque personalmente los servicios de monaguillo no supusieron ningún esfuerzo ni carga para mí, el Centro era, podríamos decir, la parte más lúdica de las actividades.

Los domingos por la tarde, después de la catequesis, nos dirigíamos hacia el Centro. En esos años, el Centro Parroquial de la Carretera era el edificio que asociamos a estos recuerdos. Aunque la entrada principal para el público estaba en la Carretera, entre la droguería de cal Pere Bernades y el bar-restaurante, el patio de butacas del local daba en la parte posterior, en la calle Josep Maria de Molina.

Colaboración para la construcción del nuevo Centro

Para recaudar fondos para la construcción del nuevo Centro, participábamos en la Campaña de la Ampolla después de las fiestas de Navidad y en la Tómbola durante la Fiesta Mayor. Íbamos a San Sadurní de Anoia en un camión para recoger las botellas de vino que regalaba el Marqués de Monistrol. Como monaguillos, ayudábamos a poner los collares y las etiquetas en las botellas de vino.

En Cal Donadoni, recibíamos los premios de la Tómbola, como libretas pequeñas de bolsillo, agendas y carpetas de cartón. Recuerdo que durante las vacaciones íbamos al taller del paseo Bertrand, cerca del Coro, para ayudar en trabajos manuales relacionados con los productos que nos daban. Lo que más me gustaba era hacer los agujeros y poner los ojos metálicos en las carpetas. Nos colocábamos frente a una pequeña máquina para perforar el cartón, hacer los agujeros, introducir los ojos y presionar para aplastarlos.

Colaboración con la Compañía de Teatro Enric Borràs

Además de las actividades para recaudar fondos, los monaguillos colaborábamos a menudo con la Compañía de Teatro Enric Borràs del Centro Parroquial. Siempre participábamos en la obra de los Pastorets de Folch i Torres, haciendo de demonios y pastores. También participamos en otras obras teatrales.

En la obra «El Divino Impaciente» de José María Pemán, al final de un cuadro en el que la escena representaba a San Francisco predicando, unos niños salían a cantar una canción vestidos y maquillados de chinos. Cantábamos y después nos asedíamos al suelo a su alrededor mientras recitaba un párrafo. Recuerdo que San Francisco era el señor Llorenç Sans y también participaban Manel Badet, su hija Angelina Badet y Angelina Remolà.

En la obra «La Puntaire» de Salvador Bonavia, que transcurría en Arenys de Mar entre hombres pescadores y mujeres encajeras, los monaguillos hacían de niños pescadores que estaban en el escenario. Recuerdo que participaban María Cinta Prats, Montserrat Sans, Elisa Corbeto, María Rosa Magriñá y Aleix Badet.

Una anécdota memorable

Recuerdo una anécdota muy especial durante la representación de la obra «El Cardenal», pero no precisamente por la participación de los monaguillos. Esta anécdota refleja el ambiente de esa época.

Fue un 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción. Era un día señalado: sólo en ese día del año litúrgico, los monaguillos llevábamos un amanecer blanco y una capelina azul cielo con ribetes de piel blanca. Cuando acabó el Rosario y la celebración de la tarde, teníamos prisa por ir al Centro como cada domingo o fiesta. Pero mosén Francesc Nicolau nos vio y nos dijo muy serio: «Supongo que no irás al Centro. ¡Esta obra no es apta!», refiriéndose a la obra «El Cardenal». Días antes, en la reunión de Aspirantes de Acción Católica, ya nos había advertido que quien fuera a verla sería expulsado del Aspirantado.

Nosotros corrimos aún más para ir. Recuerdo a los actores locales Josep Maria Grau, que hacía de protagonista y Cardenal, y también a Joan Blanch y Angelina Reverter. Creo que Mn. Francisco no debió creerse que fuéramos, porque no nos expulsaron ni del Aspirantado ni de la Escolanía.

Notas a pie de página

Centro Parroquial: esta entidad se constituyó en 1942, auspiciada por la Parroquia y con el doble objetivo de la actividad religiosa y la actividad cívica y cultural. En sus inicios, desempeñó un papel muy importante en las actividades para recaudar fondos para la reconstrucción de la Parroquia. Inicialmente, estuvo ubicada en el restaurante Centro, que había tenido una sala de cine. En 1967 se trasladó a su ubicación actual.

Aspirantado de Acción Católica: movimiento que surgió en diversas parroquias, impulsado especialmente por vicarios jóvenes, con la intención de acoger a los niños de las parroquias y ofrecerles un espacio de recreo, cultura, excursiones, etc. Era el único espacio de actividades infantiles y juveniles fuera de los juegos de calle que había en Sant Feliu hasta la creación del Agrupament Escolta en 1965.

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