Capítol 1: Un plaer alliberador
Pocas coses poden proporcionar un placer tan liberador como pasear sin rumbo por la montaña. Es una actividad física que nos brinda una gratificación sensorial, permitiéndonos disfrutar de momentos de calma y soledad necesarios para reflexionar y gestionar nuestros problemas cotidianos.
Capítol 2: El pasado que nos conecta
Al caminar por la montaña, podemos observar restos materiales de un pasado cercano o lejano que nos transportan a épocas y formas de vida diferentes. Estos vestigios nos enlazan con la prehistoria de la montaña, donde los grupos humanos extraían y aprovechaban los recursos naturales para transformarlos en bienes de consumo. La agricultura, la ganadería y la minería han sido las principales actividades practicadas a lo largo de la historia de la montaña.
Capítol 3: El cambio de paradigma
El cambio económico y social en la montaña es evidente. Las tradicionales actividades agropecuarias conviven ahora con nuevas formas de relacionarse con el entorno montañoso, como el uso recreativo y el disfrute del espacio natural. El aumento de visitantes a espacios naturales en busca de escapar de la vida industrial y alienante es un desafío para estos lugares y sus comunidades vegetales y animales.
Capítol 4: El valor del patrimonio
Las antiguas construcciones y restos patrimoniales también son víctimas de esta invasión urbana. Sin embargo, su presencia nos transporta a un pasado concreto sin pedir nada a cambio. Honrar su memoria implica comprender su función social y reconocer su valor como documentos históricos irrepetibles.
Capítol 5: Las fites de propietat
Las fites de propietat son elementos estrechamente vinculados al concepto de propiedad. Estas piedras o señales clavadas en el suelo marcan los límites de una heredad o una comarca. En la montaña, encontramos diferentes elementos que indican los límites de propiedades rústicas o municipales.
Gaspar Modolell i Modolell
Gaspar Modolell i Modolell fue un importante propietario agrícola de Sant Just Desvern en el siglo XIX. Su fita de propietat se encuentra en el Camí de l’Ermita y está hecha de roca arenisca, con inscripciones que hacen referencia a su nombre y apellido.
Pere Campmany i Majó
Pere Campmany i Majó fue un propietario de campos en el sector de Mas Lluí en el siglo XIX. Su fita de propietat se encuentra cerca de la antigua antena de Ràdio Sant Feliu y está hecha de roca arenisca, con iniciales y un punto en forma romboidal.
Vidal
La fita de Vidal se encuentra en el municipio de Molins de Rei, cerca de la iglesia de Sant Pere de Romaní. Aunque no se dispone de mucha información sobre este propietario, la fita es un prisma triangular con inscripciones que hacen referencia a su nombre.
Can Amigó del Clot
La fita de Can Amigó del Clot se encuentra cerca de la propiedad del Clot de Can Amigó. Aunque no se sabe a qué propietario hace referencia, la fita es un prisma rectangular con iniciales y una cruz, hecha de roca.
Las fites de la Sanson
A lo largo del margen derecho de la Riera de la Salut, cerca de la fábrica Sanson, se encuentran varias fites que delimitan la propiedad de esta infraestructura. Estas fites modernas están hechas de cemento y presentan la palabra ‘SANSON’ en vertical. Son un testimonio de la explotación de las canteras de calcárea en el massís de Collserola.
Límites municipales
Las fites termeneres también se utilizan para marcar los límites entre los municipios de Sant Feliu de Llobregat, Sant Just Desvern y Santa Creu d’Olorda. Estas fites han sido objeto de disputas a lo largo de la historia, y su correcta delimitación ha sido una cuestión espinosa. La fita de las tres caras, situada en el punto donde confluyen los tres municipios, muestra los símbolos representativos de cada uno de ellos.
Disfruta del paisaje y del patrimonio.
Jordi Jiménez Zamora
